El padre de una niña de 11 años que el lunes sufrió una agresión sexual en Lorca apuñaló a primera hora de la mañana de ayer al presunto violador de la menor, que fue trasladado al hospital con heridas de arma blanca y que se encuentra detenido, según fuentes de la Policía Nacional.

Los hechos ocurrieron sobre las ocho de la mañana en la calle Franco, cuando el padre de la niña, de nacionalidad ecuatoriana, atacó con un arma blanca al presunto violador de su hija, un compatriota de 36 años. El padre no fue detenido dada la «entidad leve» de las lesiones causadas al supuesto agresor sexual de la niña, aunque todos los hechos quedarán plasmados en el correspondiente atestado, «y si después la autoridad judicial considera que debe ser imputado o detenido» la Policía obedecerá ese mandato.

El progenitor fue trasladado inicialmente a dependencias de la comisaría de Lorca, aunque no bajo arresto, a la espera de que se conociera el alcance de las heridas que había infringido al agresor sexual con un arma blanca y de si éstas eran constitutivas de un delito o de una falta.

Una ambulancia del Servicio Murciano de Salud trasladó al herido al hospital de Lorca minutos después de la agresión y el parte médico confirmó que las lesiones no revisten gravedad.

Tras su paso por el servicio médico de urgencias, el presunto agresor sexual fue trasladado a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Lorca en calidad de detenido, donde se le tomó declaración.

Registro

La Policía Nacional intervino varias cajas en el registro de la vivienda del presunto violador. Una quincena de agentes trasladó al detenido hasta su domicilio, en la calle Franco, del barrio del Calvario, el lugar hasta el que ayer llegó malherido huyendo del padre de la niña.

Esa casa en la que vive el presunto agresor, de nacionalidad ecuatoriana, se encuentra a solo unos minutos a pie de la calle Arcipreste Montesinos, donde está la vivienda familiar de la niña de 11 años a la que supuestamente violó a primera hora de la mañana del lunes, aprovechando que estaba sola.

Los padres de la niña se marchan muy temprano a trabajar y la menor se queda sola en casa por espacio de media hora antes de ir al colegio, momento en el que el presunto agresor aprovechó para acudir a su casa y conseguir que le abriera la puerta asegurando ser un amigo de la familia. Dentro de la vivienda consumó la agresión y la niña se la comunicó a sus padres por la tarde, cuando éstos volvieron del trabajo, momento en el que interpusieron la correspondiente denuncia.

Pese a que más de una treintena de agentes y vecinos del barrio peinaron la zona desde que los padres de la niña denunciaron el caso en comisaría en la tarde del lunes, no fue hasta ayer cuando el presunto autor de los hechos salió de su casa y se dirigió a pie de nuevo hasta la vivienda de la menor. En ese momento, el padre de la niña le atacó en la puerta de la casa con un cuchillo, dijo a Efe Cesárea Caro, una vecina del barrio que estaba en la calle y con la que el presunto violador, ya herido, tropezó en su huida.

«Todo ha sucedido muy rápido, a las siete y diez de la mañana. Hemos escuchado un grito y ya lo hemos visto corriendo», ha explicado Caro, que señaló que el padre de la niña, que perseguía al agresor cuchillo en mano, fue reducido por otro vecino. Según Caro, los vecinos están «conmocionados», porque la familia de la niña, también de origen ecuatoriano, «es una gente muy buena, que lleva aquí varios años y que nunca ha dado ni un problema».

Caro lamentó la situación vivida por la menor y dijo que los vecinos no conocían al agresor, pese a la cercanía de la casa del detenido al lugar en el que fueron cometidos los hechos. El hombre arrestado, con la camisa manchada de sangre, permaneció durante unas dos horas en el registro de su casa.