La Audiencia de Alicante ha condenado a seis años de prisión a un acusado de haber violado a una compañera de piso en Benidorm el pasado mes de marzo. El procesado había llegado a la ciudad turística pocos días antes para ganarse la vida como cantante en locales de ocio nocturno, mientras que la víctima trabajaba como camarera en uno de los establecimientos donde éste actuaba. Ella le había invitado a instalarse en su casa porque no tenía donde quedarse. El acusado había dicho que la relación sexual que habían tenido era consentida.
El tribunal se ha basado tanto en la declaración de la víctima, como en el hecho de que el pestillo de la puerta del dormitorio de ésta había sido violentado y se encontró el pijama de la joven roto. El fallo declara probado que esa noche el acusado forzó la puerta del dormitorio de la víctima y se introdujo en su cama, violándola. Para los jueces, el hecho de que los forenses no encontraran evidencias de un coito reciente no quiere decir que éste no se produjera, ya que hasta el acusado admite que hubo penetración. Según la sentencia, la ausencia de lesiones se explica por la diferencia física entre agresor y víctima, «se da una desproporción tal que la intensidad de la fuerza a emplear para dominarla no exige que se causen lesiones de entidad».
