El juez Ismael Moreno envió ayer a prisión a la etarra Nagore Múgica, detenida el sábado en la prisión de Villena cuando visitaba a su pareja Juan Carlos Iglesias Chouzas «Gadafi», por la colocación de una bomba lapa en el coche de un policía nacional que al explosionar le causó la amputación de ambas piernas, el 7 de julio de 1990 en Barakaldo (Vizcaya). El magistrado de la Audiencia Nacional adoptó la decisión en un auto tras tomar declaración a Múgica, quien aseguró que no pertenece a ETA y que ya estuvo en prisión de 1996 a 2011.

Pese a ello, y según indica el juez en su resolución, a Múgica se le abrió un procedimiento en 1992 por este atentado por los delitos de atentado terrorista y estragos y «habiendo resultado infructuosas las gestiones para la localización de la procesada» se dictó auto de rebeldía en 1995.

El pasado 8 de octubre, Moreno decidió dar traslado de estas actuaciones a la Fiscalía «a fin de que informase sobre la procedencia de cesar las órdenes de búsqueda, detención y personación» dictadas contra ella, a lo que el Ministerio publico respondió días después que debían seguir en vigor porque «no ha transcurrido un periodo de tiempo superior a 20 años» para acordar la prescripción «del delito más grave de los que motivaron el procesamiento», el de atentado terrorista.

Por tanto, en cumplimiento a esa orden de Búsqueda, Detención y Personación, la Guardia Civil detuvo el sábado a Múgica en el centro penitenciario de Villena (Alicante II) al que acudió a visitar a «Gadafi».

Según informó el domingo el Ministerio de Interior con motivo de su detención, Múgica se integró en el comando Txalaparta en 1990, junto con Óscar Abad Palacios, José Ramón Martínez García y Francisco Javier Goitia Elorza, y participó en la comisión de una quincena de atentados en la provincia de Vizcaya contra concesionarios de vehículos, bares señalados por ETA de traficar con drogas, agentes de la Guardia Civil y vías férreas, entre otros.

El atentado por el que ayer ingresó en prisión es el más importante atribuido a esta activista cuando integraba el «Txalaparta» y consistió en la colocación de una bomba-lapa en los bajos de un coche propiedad del policía Juan Domínguez Cruz en Baracaldo (Vizcaya), quien a consecuencia de la explosión sufrió la amputación de las dos piernas y lesiones en los brazos.

El 25 de octubre de 1991 hizo explosión un artefacto en una vivienda de Bilbao (Bizkaia), donde resultó muerto el miembro del comando, Francisco Javier Goitia, en esa época pareja sentimental de Múgica. La detenida huyó entonces a Francia, donde fue acogida por las estructuras clandestinas de la banda terrorista en ese país.

En 1995, se trasladó a México con Juan Carlos Iglesias Chouzas y regresó a Francia el 25 de mayo 1996, cuando fue detenida en el aeropuerto de Roisy-Charles de Gaulle.

En octubre de 1998 fue condenada por la justicia francesa a seis años de prisión por asociación de malhechores y depósito de explosivos y en diciembre de 2000 fue extraditada a España e ingresó en prisión. Condenada el 4 de febrero de 2003 por la sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional a ocho años de prisión por depósito de explosivos, delito cometido durante su pertenencia al comando Txalaparta, la sentencia fue confirmada, el 30 de octubre de 2003, por el Tribunal Supremo. El 14 de febrero de 2011 quedó en libertad por cumplimiento de condena.

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Serafín Castellano, consideró ayer una «buena noticia» la detención de la etarra y destacó la «eficacia» de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.