Secuestrar a las mascotas de su tía y pedir un rescate por ellas le sentará en los próximos meses en el banquillo de los acusados por un delito de extorsión. El juzgado de lo Penal número 8 de Alicante acogerá el juicio contra un hombre que se llevó el gato y el perro de casa de su tía, a la que le dijo que los mataría y los trocearía si no le pagaba un rescate por ellos.

Los hechos, instruidos por un juzgado de Elda, ocurrieron en el año 2011 cuando el acusado, un hombre politoxicómano, se acercó a casa de su tía con actitud violenta y, tras acceder a la vivienda, cogió a la gata y al perro de su familiar, dispuesto a ganar un dinero con esta artimaña.

El hombre amenazó con matarlos si su tía no le daba a cambio 20 euros. Le dijo que no los volvería a ver y que lo único que tendría delante serían «los animales a trozos» si no le entregaba el dinero. Con su actuación logró los 20 euros que quería en metálico y entonces soltó a los animales, que pudieron ser recuperados por su tía.

Por estos hechos la Fiscalía acusa al hombre de un delito de extorsión, por el que le pide un año de prisión.

El acusado tiene problemas con las drogas y el fiscal pide también un informe forense para que se reconozca al imputado por si presentara una enfermedad mental o esquizofrenia paranoide en el momento de los hechos, ya que hasta que se realizó el escrito de acusación del fiscal no constaba acreditada la anulación ni afección de sus capacidades intelectivas, tan solo «algo disminuidas por la enfermedad crónica que padece». La petición de un año de cárcel para el procesado podría haber sido más alta por esta extorsión con mascotas en circunstancias normales, pero la Fiscalía ha aplicado un atenuante debido a la drogadicción del procesado.

El fiscal solicita también que se abra una pieza de responsabilidad civil a fin de garantizar que el hombre pueda resarcir con 20 euros a su tía en concepto de indemnización.

Fuentes judiciales consultadas por este diario destacan que los animales se han convertido en los últimos años en moneda de cambio en algunos procedimientos. Las citadas fuentes explican que en los juzgados de violencia de género han aumentado los casos en los que las mascotas se utilizan para forzar a la mujer a mantener una relación bajo la amenaza de no volver a ver a su mascota o, directamente, de matarla.