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La reforma del Palacio de Benalúa obliga a los forenses a irse al «juzgado del cáncer»

El proyecto ubica la Clínica Médica Forense en la misma zona de donde fueron retiradas las dependencias de Primera Instancia 9 por situarse encima de un transformador

La reforma del Palacio de Benalúa obliga a los forenses a irse al «juzgado del cáncer»

La plantilla de forenses que presta servicio en la sede del Instituto de Medicina Legal, ubicada en el Palacio de Justicia de Alicante, está en pie de guerra y ya ha mostrado su rechazo a instalarse en el conocido como «juzgado del cáncer».

El nuevo proyecto de reforma de los juzgados de Benalúa

, anunciado por el Consell y cuyo inicio se retrasará a principios del año que viene, sitúa la Clínica Médica Forense justo encima de un transformador de energía que da servicio al Palacio de Justicia, justo en el área de donde ya fue retirado en 2007 el juzgado de Primera Instancia 9 tras detectarse nueve casos de cáncer, unos hechos que tanto la plantilla de funcionarios como los sindicatos achacaron a su ubicación sobre el transformador.

Los médicos han dicho que de ocupar esa zona ni hablar y así se lo han transmitido ya a la Conselleria los responsables del Instituto de Medicina Legal, que mantuvieron una reunión con el director general de Justicia, Julián Ángel González, el pasado mes de junio en Valencia. Hasta allí se desplazaron para mostrar su oposición al proyecto el responsable del Instituto de Medicina Legal de la provincia de Alicante, Juan José Payo; el jefe de servicio de la Clínica Forense, Fernando Rodes, y el jefe de patología, Salvador Giner, según ha podido saber este diario a través de fuentes judiciales.

Los forenses entregaron a la dirección general de Justicia un informe sobre las posibles consecuencias a largo plazo de la exposición a radiaciones electromagnéticas de baja intensidad derivadas de los transformadores. Entre sus efectos destacan «una leve asociación» a enfermedades como el cáncer de mama o tumores cerebrales, alteraciones neurológicas y del comportamiento como depresión, Alzheimer o Parkinson, así como trastornos cardiovasculares o sobre el feto, y citan como fuente al Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC).

Este informe aportado por los forenses destaca que la Directiva Europea que regula los riesgos electromagnéticos explica que sobre éstos no hay pruebas científicas concluyentes que establezcan una relación de causalidad, lo que viene a decir, según los forenses, que no está demostrado pero tampoco descartado, ya que se siguen publicando trabajos epidemológicos donde se relacionan diferentes patologías con la exposición crónica a radiaciones electromagnéticas.

Por todo ello, «consideramos inadmisible que las dependencias del Instituto de Medicina Legal de Alicante se encuentren junto a un transformador», aseveran los médicos forenses en su escrito, que concluyen con una decena de referencias de obras y artículos sobre los efectos de las radiaciones en la salud. Tras la reunión mantenida en Valencia con el director general de Justicia, el arquitecto del proyecto trasladó a los facultativos que la ubicación es inamovible y que los forenses irán sobre el transformador.

Presiones

En 2007, tras la continua presión ejercida por la plantilla de funcionarios y sindicatos, la Conselleria de Justicia, entonces dirigida por Fernando de Rosa, anunció el traslado del juzgado de Primera Instancia 9 de Alicante, ubicado justo donde ahora se quiere instalar la clínica forense, a otras dependencias. Este juzgado se integró en las instalaciones de Primera Instancia 11, fuera del Palacio de Justicia y en un local alquilado por el Consell.

La Conselleria midió las radiaciones y los resultados indicaron que los valores estaban por debajo de los límites de riesgo establecidos. No obstante, la intranquilidad reinó en todo el juzgado y trabajadores y sindicatos presionaron a la entonces decana para exigir su traslado, ratificado finalmente por De Rosa. Ahora, el que se dio a conocer como «el juzgado del cáncer» será ocupado, según el proyecto de reforma, por la Clínica Médica Forense. El plano prevé que la clínica esté estructurada en dos plantas: la primera junto al actual juzgado de Menores y la segunda donde estaba Primera Instancia 9, un área ocupada desde entonces por cajas y utensilios.

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