Una investigación iniciada por agentes de la Brigada de Extranjería en la Comisaría de Alicante ha permitido descubrir un fraude en el que 242 personas de origen colombiano obtuvieron fraudulentamente la nacionalidad española, según informó ayer la Dirección General de la Policía. Los inmigrantes llegaron a pagar hasta 5.000 euros a la trama para conseguir los documentos necesarios para hacerse pasar por hijos de españoles fallecidos que emigraron a Colombia, para poder establecerse en España y luego pedir el reagrupamiento familiar, amparándose en la Ley de Memoria Histórica. Las pesquisas, que comenzaron en 2012, han permitido a las autoridades extinguirles la nacionalidad española obtenida fraudulentamente y retirarles la documentación.

La investigación arrancó a raíz de que los agentes de Alicante sospecharan que algunos ciudadanos de origen colombiano estarían utilizando partidas literales de nacimiento de españoles ya fallecidos para hacerse pasar por familiares de éstos y, de este modo, obtener la nacionalidad española. La Policía consiguió desentrañar el modus operandi de esta trama tras numerosos contactos con los consulados de España en Cartagena de Indias, Bogotá y la Consejería de España en Colombia.

En primer lugar, la organización conseguía en los registros civiles certificados de ciudadanos españoles que emigraron años atrás a Colombia y que ya hubieran fallecido. La finalidad de la organización era utilizar esos datos para que figuraran como los falsos progenitores de sus clientes y así, basándose en ese falso parentesco pedir la nacionalidad española. Una vez obtenidos los certificados de nacimiento, conseguían documentos colombianos originales (cédulas de identidad, partidas de nacimiento y bautismo) en los que inscribían datos de filiación falsos que acreditaran el vínculo familiar entre el ciudadano español fallecido y el colombiano. Los documentos tenían una apariencia totalmente legal, ya que el soporte utilizado era original, lo que dificultaba que las autoridades lo detectaran. Los agentes pudieron comprobar que varios de los expedientes sospechosos presentaban irregularidades, como tener la misma numeración para diferentes certificados, diferentes fechas de defunción de una misma persona o un elevado número de solicitud escritos por una misma persona. La Policía destacó el caso de un emigrante, que tras el análisis de los expedientes, resultaba que había tenido veinte hijos con nueve mujeres diferentes.