Ocho personas han sido detenidas por su presunta relación con una red que estafó a varios empresarios, uno de los cuales fue engañado con la adquisición de un local comercial en Dénia por la que desembolsó 130.000 euros.

Según informa efe, este empresario, residente en Madrid, pagó dicha cantidad a una persona que se hizo pasar por subastero, en concepto de adquisición del citado local que, supuestamente, iba a salir a subasta pública, han informado hoy fuentes de la Policía Nacional en un comunicado.

Además, otros dos empresarios de Ontinyent (Valencia) fueron engañados con la venta ficticia de cuatro embarcaciones valoradas por un total de 400.000 euros, de los cuales sólo abonaron 45.000 al percatarse de que era una estafa.

Los ocho arrestados están también acusados de los presuntos delitos de blanqueo de capitales, falsificación de documentos, tenencia ilícita de armas y contra la salud pública.

Los agentes han llevado a cabo siete registros en Dénia -cinco viviendas y dos locales comerciales-, donde han intervenido 15.000 euros, una pistola, cuatro vehículos, dos motocicletas, dos ordenadores, seis móviles, dos televisores de gama alta, una tablet, dos collares (de diamantes y rubíes), 1,5 kilogramos de marihuana y documentación mercantil.

El importe de todo lo aprehendido asciende a 250.000 euros, según las mismas fuentes.

La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Dénia, comenzó el pasado mes de junio al tener conocimiento la Policía del caso del empresario residente en la capital de España.

Las pesquisas revelaron que la víctima creyó en todo momento que el local comercial provenía de un embargo judicial, al mostrársele documentación judicial falsa.

Al realizar diversos pagos y transferencias a dos mercantiles sin aparente actividad, los agentes intuyeron que podrían haber sido utilizadas para ocultar el dinero.

Como después se demostró, los delincuentes emplearon ese pago para adquirir varios vehículos de gama alta y abrir un local de hostelería en Dénia.

A principios de julio se produjeron las primeras detenciones, en concreto, de cuatro personas, entre las que se encontraba el principal responsable de la trama, un español de 39 años.

En esa primera fase se practicaron los cinco registros domiciliarios, mientras que en una segunda se culminó la operación con los otros cuatro apresados y la inspección de los dos locales comerciales.

Tras su arresto, los policías conocieron que dos de los detenidos también estaban involucrados en la presunta estafa a los empresarios de Ontinyent.

Los arrestados tienen edades comprendidas entre los 22 y los 45 años y son de origen español, ucraniano, marroquí, argentino y rumano.

Todos ellos fueron puestos a disposición judicial, ingresando en prisión dos de los ocho.