La actitud de una mujer con la tutora del centro educativo en el que estudiaba su hija para exigir que aprobara a la joven la sentará en el banquillo de los acusados por un delito de lesiones, por el que se enfrenta a 16 meses de cárcel. Los hechos ocurrieron en el mes de junio de 2011 cuando la madre acudió al instituto público en el que estudiaba la chica y se presentó con la menor en el despacho de la tutora, que se encontraba leyendo unos papeles. En ese momento, según la calificación de los hechos por los que la Fiscalía acusa a la madre, la mujer recriminó a la tutora la actitud con la adolescente porque le obligaba a examinarse de exámenes que ya había hecho. Durante estos hechos, la menor insultó a la docente, llegándole a llamarle «gorda, más que gorda», sin que su actitud fuera corregida por su madre. Lejos de eso, la progenitora increpó a la tutora con insultos llegando a decir que se le habían «hinchado sus partes». Entonces le dio una bofetada en la mejilla, le dijo que si no aprobaba a su hija la mataría y se marchó del despacho junto a la chica.
Según la declaración de la presunta agredida ésta no se defendió de la bofetada porque se quedó bloqueada ante semejante actitud. Afirma que había testigos delante y, de hecho, la juez ha citado a declarar en el juicio, que se celebrará en el juzgado de lo Penal número 8 de Alicante, a dos mujeres que estaban allí también con sus hijas.
La agresión se produjo a mediodía y causó en la tutora lesiones por contusión en la cara y un ojo. La profesora precisó para su recuperación una primera asistencia facultativa y tardó siete días en curar. Por ello, el fiscal solicita también para la acusada una indemnización de 210 euros por las lesiones ocasionadas.
Según explicó la tutora una vez se judicializó la causa la menor estaba expulsada del centro durante la semana en la que ocurrieron los hechos ya que había faltado a clase de forma reiterada. Según su explicación, además de la agresión hubo insultos y amenazas de muerte, si bien el fiscal no recoge un delito de amenazas en su escrito de acusación.
El número de docentes agredidos por los padres de sus alumnos comenzó a crecer en la última década según los datos recogidos por el Defensor del Profesor, entidad no oficial creada por el Sindicato Independiente Anpe de la Comunidad Valenciana, que registra y ayuda en los casos de docentes con problemas de violencia o situaciones conflictivas. Según los datos recabados se estima que han acudido al servicio desde su puesta en marcha en noviembre de 2005 más de 22.000 profesores, lo que equivale a una media de diez profesores al día de todos los niveles educativos y tanto de la enseñanza pública como privada.
Los últimos datos registrados por Anpe del curso 2012-2013 revelan que en ese periodo se detectaron 3.303 casos en toda España que requirieron la atención del Defensor del Profesor por ser conflictivos o por violencia contra el docente.
