Al ritmo de la canción de Raphael «Escándalo», una treintena de policías nacionales se concentraron ayer durante una hora ante la Comisaría Provincial de Alicante para reclamar mejoras en las condiciones laborales de los agentes destinados en el servicio de seguridad y calabozos. La protesta, convocada por dos delegados del SUP que fueron desautorizados y expedientados por su sindicato, sorprendió a los ciudadanos que pasaban por la zona. Los concentrados acudieron con un altavoz de gran potencia en el que se iba intercalando la canción de Raphael con las demandas de los agentes, que también portaban una pancarta que rezaba lo siguiente: «En esta Comisaría se castiga al policía. Por unas condiciones laborales dignas y seguras. ¡Soluciones ya!».

Uno de los agentes leyó un comunicado en el que piden «comprensión» al comisario jefe provincial y a la Dirección General de la Policía para que se cumplan las mejoras solicitadas. Entre sus demandas figuran una cabina de seguridad en los accesos a la Comisaría Provincial, una barrera en la entrada al garaje y material de autoprotección.

Los concentrados se sienten marginados y olvidados por mandos policiales y denuncian que este servicio se utiliza como castigo. Aseguran que trabajan en unas «penosas condiciones higiénicas» y con falta de medios de seguridad.