La ciudadana británica que ha llevado a la diputada autonómica Elisa Díaz ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad por una supuesta agresión ocurrida en la protectora de animales de Orihuela Asoka se quejaba de problemas en el oído al menos dos semanas antes del incidente entre las dos mujeres, que tuvo lugar en agosto del año pasado. La directora del centro y una trabajadora declararon ante el magistrado Antonio Ferrer (el mismo que instruyó la causa por tres delitos fiscales contra el padre de la diputada, Luis Díaz Alperi) y en línea de lo mantenido por otros miembros de Asoka, algunos de ellos testigos directos del altercado, explicaron que entre diez y quince días antes de producirse la denunciante se refirió a sus problemas en el oído, lesión que ahora le atribuye a la política del PP. E incluso llegó a manifestar su malestar por el hecho de que esta dolencia le había impedido ir a la protectora durante unos días, donde Elisa Díaz lleva seis años como voluntaria.
El abogado de la denunciada ha pedido al juez que solicité datos a los centros médicos y hospitales próximos al lugar donde reside la ciudadana británica para certificar si la mujer fue atendida de sus problemas en el oído antes del altercado y dejar claro así que no se deben a ninguna agresión por parte de su clienta quien, según testigos, llegó a recibir un manotazo de la denunciante.