El litoral alicantino vuelve a estar en el punto de mira de las mafias de la inmigración. Si el pasado año parecía que este fenómeno se acercaba a su desaparición, con una única patera con 8 personas, este verano ha quedado claro que las redes ilegales no se han olvidado de Alicante pese a los radares de la Guardia Civil que se han desplegado. La última oleada fue en la madrugada del pasado sábado, con tres embarcaciones que llegaron a Torrevieja con 19 inmigrantes.

El incremento supera el 500% respecto al pasado año, y eso que aún no se han completado los primeros 8 meses de 2014. En 2013 una sola patera arribó a la provincia, en concreto a Torrevieja en el mes de diciembre, y además se sospechaba que su destino real era Murcia pero que la meteorología adversa la desvío hacia el sur de Alicante.

En cambio este año, en concreto entre julio y agosto, tres incursiones entre Santa Pola, Torrevieja y Orihuela han dejado un balance de 7 pateras y 49 inmigrantes detenidos por el momento. El año pasado se vinculaba el drástico descenso del 87% respecto a 2012, cuando llegaron 63 personas en 5 pateras, al efecto disuasorio que tienen en las mafias los radares del Sistema de Vigilancia Exterior (Sive) de la Guardia Civil, desplegados en 2009 y que cuatro años después operaban ya al 100% tras un tiempo de perfeccionamiento. Pero parece que este dispositivo no es suficiente, aunque permite habitualmente interceptar las embarcaciones antes de que sus ocupantes pisen tierra y se den a la fuga.

Tal y como se muestra en el cuadro anexo, lo que llama la atención más bien es la caída del pasado año, ya que el resto de la secuencia, desde que en 2007 se detectó la primera patera en la provincia, siempre han llegado decenas de inmigrantes por mar a la costa alicantina. Es más, este año es el tercero mayor en número de pateras detectadas y el cuarto en inmigrantes desde 2007, y aún quedan más de cuatro meses por delante.

Desde el Observatorio Permanente de la Inmigración de la Universidad de Alicante su director, el doctor en Sociología Carlos Gómez, explicó ayer que las razones de este fenómeno y las variaciones de los últimos años hay que buscarlas sobre todo en su origen, en Argelia, y en las mafias que sacan fruto de este flujo ilegal de inmigración. Gómez destacó que estas redes clandestinas engañan a sus «clientes», que en la mayoría de ocasiones desconocen que van a ser con casi total seguridad capturados y repatriados. Y quizá la caída del pasado año se debiera a que las mafias buscaran otras vías para introducir a estas personas y ahora la han retomado.

Por ello este profesor de la UA recalca que la solución sería dar una mayor información en origen para que estas personas sepan los peligros a los que se enfrentan y que a pesar de las grandes sumas de dinero que abonan por este viaje, va a ser en balde. Y ello pasa por una mayor implicación y colaboración de las autoridades de España y Argelia.

Además, tanto Gómez como fuentes no oficiales de la Guardia Civil reiteran que las características de estas incursiones corroboran que las mafias emplean buques nodrizas que desde alta mar y a una distancia prudencial envían las pequeñas embarcaciones a la costa, ya que estas barcas no podrían soportar el viaje desde Argelia hasta Alicante, además de que los pasajeros llegan en su mayoría en buen estado de salud pese a que un trayecto así los dejaría en pésimas condiciones. Las citadas fuentes de la Benemérita destacaron que pese a la existencia del Sive, la desesperación de estas personas les hace caer en las redes de estas mafias.

Pruebas radiológicas

Por otra parte fuentes de la Policía Nacional señalaron ayer que las pruebas radiológicas practicadas a los 13 de los 19 argelinos que llegaron el sábado a Torrevieja han revelado que sólo cuatro de ellos son menores de edad, por lo que han quedado internados en un centro de menores mientras que los otros 15 inmigrantes pasarán hoy a disposición judicial para iniciar los trámites de expulsión por su entrada ilegal en el país.