La Policía analizó el testimonio de hasta nueve testigos para la resolución del caso de la supuesta agresión sexual del pasado domingo en Málaga, para la que fueron claves la grabación del móvil que uno de ellos hizo así como las contradicciones de la chica que, entre otros asuntos, alegó haber salido de trabajar a las 7 de la mañana pese a que su horario de trabajo concluye a las 3 de la madrugada. En total, cinco testigos que presenciaron el acto sexual entre la joven y dos de los supuestos agresores. Todos ellos trabajan en puestos de comida rápida del Real de la Feria. Cuatro en una hamburguesería y una en un establecimiento de venta de gofres.

Además, fue clave la llamada de un hombre que informó de que la joven caminaba con ellos como si de sus amigos se tratara. También fueron fundamentales las declaraciones de dos amigas de la joven y del encargado de la caseta de copas en la que trabaja. Todos ellos afirmaron que la chica había estado toda la noche con los que señaló como sus agresores bailando y bebiendo chupitos.

Pero antes de estas declaraciones, los agentes ya se vieron sorprendidos por lo contradictorio de la versión de la joven. El caso se fue desmontando conforme pasaron las horas y en el momento en el que los investigadores contaron con el vídeo de la supuesta agresión sexual confirmaron lo que los testigos y los supuestos agresores dijeron: no había habido tal violación y la relación sexual fue consentida. La juez archivó tras considerar que no existía el delito.

La defensa va a querellarse contra la joven por falsa denuncia, pues alega que cada uno de los jóvenes podía haber soportado una pena de prisión de hasta 15 años. Aún está por ver si el ministerio fiscal también actuará contra la joven, de 20 años.

Desde la Federación Mujeres Jóvenes de Málaga se mostró ayer, sin embargo, su indignación por el archivo provisional de la denuncia interpuesta por la chica y se destacó la «ligereza judicial que invisibiliza la violencia estructural contra las mujeres». A través de un comunicado, esta organización rechaza «cualquier acto de violencia» y destacan que el caso ha sido archivado en un tiempo récord por falta de pruebas. «Una vez más la palabra de la mujer se pone en tela de juicio, se cuestiona y se debate», añadía el comunicado.

Desde el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) se insistió en que la libertad sexual «da derecho a decir no en cualquier momento y circunstancia».