«Tal cual llegué y me vio que me acercaba a él, empezó a apuñalarla con más rapidez cómo para evitar que no le dejase matarla». Esa es la brutal escena que se topó Ramón Barea el mediodía del viernes en la casa de su vecina de Sollana. Fue este exmilitar quien salvó a la mujer de morir a manos de su pareja, quien le asestó cuatro puñaladas, y que ayer fue enviado a prisión. Afortunadamente, la rápida actuación de este joven hizo que esta salvaje agresión no acabara en una tragedia mayor. Como publicó este diario, los hechos ocurrieron en la Avenida Cortes Valencianas del municipio de La Ribera. Fue pasadas las 13.30 horas cuando la hija de la víctima, de entre cinco y siete años, y su amiga salieron de la casa para pedir auxilio a gritos. Dentro de la vivienda, en la cocina, la mujer, de 39 años y nacionalidad francesa, estaba siendo agredida por su pareja con un cuchillo.
«Yo venía de trabajar y escuché a las niñas gritando», relata Ramón. «No me lo pensé, fui hacia la puerta de la vivienda que estaba entreabierta. Desde la puerta se podía ver la cocina, las piernas de ella, y a él encima apuñalándola», señalaba este vecino de gran altura y una complexión física muy fuerte. Así, se metió en la vivienda y se dirigió hacia el agresor.
«Tal cual llegué y me vio de reojo empezó a apuñalarla con más rapidez. Ni se enteró cuando le abordé. Lo lancé, lo desarmé, y le hice la llave del "mata león" que le dejó inconsciente», apuntaba. Ramón aseguraba que el detenido le dijo: «¿Por qué me haces esto? Si yo no he hecho nada. Sólo quiero matarla». Después, explicaba Ramón, lo bajó hasta la calle, donde llegaron los agentes de la Policía Local y Guardia Civil. Allí se encontraron al agresor totalmente reducido por el vecino, quien está formado en Artes Marciales Mixtas y lleva años trabajando en puestos de seguridad privada. Luego acudió a atender a su vecina.
La víctima, fuera de peligro
La mujer agredida evolucionaba al cierre de esta edición favorablemente, si bien continuaba ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de la Ribera de Alzira. La juez del Juzgado de Guardia de Sueca decretó ayer prisión provisional, comunicada y sin fianza, para el agresor, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. La juez ha abierto una causa por homicidio en grado de tentativa y no constaban antecedentes de violencia machista.
