Un juez ha obligado a Casa Mediterráneo a pagar a la exdirectora de la institución pública con sede en Alicante, Yolanda Parrado, alrededor de 30.000 euros por la indemnización correspondiente a su despido que la exresponsable de la entidad reclamó en los juzgados hace ya dos años al considerar que Casa Mediterráneo no le abonó la parte que realmente le pertenecía cuando fue cesada en marzo del año 2012 a través de un procedimiento indebido.

Los 30.000 euros de dinero público que el juzgado ha estimado que corresponde abonar a Parrado son prácticamente la cantidad reclamada por la exresponsable de la entidad.

El juez ha reconocido toda la deuda que exigía la exdirectora de la institución, a excepción de algo más de 200 euros por gastos de teléfono móvil con el terminal oficial y por unos trabajos informáticos, al considerar que Parrado los reclamó pese a tratarse de facturas para asuntos personales. Esas facturas exigidas a la institución ascendían a 700 euros, de los que 470 han sido reconocidos por el juez, considerando que el resto de gastos que Casa Mediterráneo no abonó no son reclamables a la entidad pública. También alegaba la exdirigente que se abonó el finiquito a los cuatro meses de finalizar el contrato.

La sentencia, que es recurrible, se basa en la indebida comunicación que del cese laboral de Yolanda Parrado hizo la institución pública.

Parrado alegó que su despido debería haber sido notificado por escrito o en el BOE por el consejo rector -integrado por el Gobierno, Consell y los ayuntamientos de Alicante, Benidorm y Xàvea- con tres meses de antelación como así constaba en la normativa vigente y que este extremo no se produjo. Más bien al contrario. El fallo del juzgado de lo Social número 2 de Alicante considera acreditado que no existe el aviso previo de despido al que está obligada toda institución en el caso de los cargos y directivos públicos y cifra en 30.000 euros el dinero adeudado a la demandante, que será destinado, según Yolanda Parrado, a una ONG de becas de comedor «al tratarse de dinero público».

Parrado siempre ha mantenido que se enteró por una llamada de la prensa de su destitución como responsable de Casa Mediterráneo mientras estaba en la ciudad rusa de Mostar en una feria internacional. Ella misma se encargó de remitir un escrito al Ministro de Asuntos Exteriores solicitando amparo legal «ante la situación de desamparo e irregularidad que vengo sufriendo desde el último consejo rector», según denunció el la misiva. Asegura que se enteró de su despido directamente por la institución cuando fue a trabajar y vio sus cosas recogidas en cajas.

Gastos particulares

Por su parte, Casa Mediterráneo, con Almudena Muñoz al frente, defendió en el juicio que a Parrado se le pagó todo lo que correspondía y que las facturas por valor de 700 euros que se descontaron de su nómina eran relativas a gastos personales de móvil de solo tres días efectuados con el terminal público y a trabajos informáticos particulares.

Por su parte, el secretario general de los socialistas alicantinos, Gabriel Echávarri, manifestó ayer que Almudena Muñoz debería ser declarada «persona non grata en la ciudad de Alicante por lo que dijo sobre que era una vergüenza lo de Yolanda Parrado, cuando se ha demostrado que trabajaba y que no solo era una buena directora sino que no debía nada». Añadió que Muñoz está «dilapidando» dinero público pagando los juicios por despido «por sus incapacidad».

Casa Mediterráneo, proyecto estrella que el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero construyó para Alicante, estuvo dirigida por Parrado desde julio de 2009 hasta marzo de 2012.