La Audiencia sentó ayer en el banquillo a catorce acusados de vender marihuana y cocaína al menudeo, así como copias piratas de películas y videojuegos en una investigación que inició en torno a un videoclub de Ondara. Los acusados, cuya implicación en los hechos varía, se enfrentaban a penas que oscilan entre los doce y los dos años de cárcel. Nueve de ellos se confesaron culpables de los hechos que se les imputaban, mientras que otros cinco se declararon inocentes y negaron haber traficado con drogas, alegando que sólo eran consumidores de estas sustencias.

Con la conformidad cerrada ayer entre la Fiscalía y algunos de los acusados, el ministerio público presentará hoy un nuevo escrito en el que pedirá penas más bajas para ellos. Algunos de estos acusados se reconocieron culpables pero negaron expresamente haber vendido drogas a menores de edad.

Los hechos se remontan a diciembre de 2008 cuando la Guardia Civil investigaba a un grupo de personas que se dedicaba a vender cocaína y cannabis a terceras personas en un videoclub de Ondara. Las intervenciones telefónicas desembocaron en varios registros, entre ellos el citado establecimiento y los domicilios de algunos acusados. La mayoría del material audiovisual e informático intervenido se encontró en una carpintería de la localidad entre los que se encontraron 168 videojuegos, 550 DVDs y 9 CDs falsos.

Parte del material plagiado se llegó a poner a la venta y en alquiler en el videoclub investigado. En los registros efectuados se encontraron pequeñas cantidades de cannabis y cocaína y en el domicilio de uno de los principales acusados se hallaron tres escopetas. Entre los acusados que ayer no se conformaron se encontraban una madre y su hijo que negaron tener en su casa una plantación de marihuana como decía la acusación, sino tan sólo dos plantas para el consumo propio de cada uno.