No sacarse el graduado escolar si la imposición procede de un juez puede acarrear una detención y un pico de 600 euros de multa. Eso es lo que le ha ocurrido a un joven de Alicante, al que un juez de instrucción ha condenado a casi 600 euros por no sacarse el graduado escolar.
El chico, siendo menor, cometió un robo con fuerza en un vehículo aparcado en la ciudad de Alicante, del que sustrajo una gafas, unas zapatillas y un Mp3. Por ello, fue condenado en el año 2010 por una juez de Menores a sacarse el graduado escolar.
La magistrada optó en su condena por una medida socio educativa que el joven incumplió tras un considerable plazo para poder obtener el citado título: cuatro años. El mismo juzgado de Menores le designó el centro donde debería haber ido a conseguir lo que, por lo visto, no le hacía ninguna falta.
Una vez cumplió la mayoría de edad, el caso pasó a un juzgado de instrucción -que instruye los procedimientos penales de adultos- por un delito de quebrantamiento de condena. El joven fue detenido por ello para prestar declaración.
Tras seguir negándose a sacarse el graduado escolar, el juez de instrucción le ha condenado a una multa de 600 euros. La condena fue aceptada por el acusado en un juicio en el que se acordó una conformidad. Así, el joven aceptó pagar la multa al considerar que prefiere esto que tener que acudir a clase para obtener el título. Alegó que tiene un hijo pequeño y que lo mejor para él no es «perder» el tiempo en sacarse el graduado. Consideró que lo que tiene que sacar es dinero trabajando para darle de comer al niño.
La Fiscalía pedía para el joven por un delito de quebrantamiento de condena por no sacarse el graduado una pena de multa de 12 meses con una cuota diaria de seis euros, lo que equivalía a más de 2.100 euros de multa.
Sentencias ejemplares
Obligar a un menor a sacarse el graduado es una de esas sentencias ejemplares que tanta fama dieron al juez de menores de Granada Emilio Calatayud, uno de los impulsores de estas medidas socio educativas. Se hizo conocido por condenar a los jóvenes que pasaban por su juzgado a aprender a leer, a escribir, a sacarse el graduado, o a hacer el camino de Santiago.
En Alicante, los datos no son nada halagüeños. El 42% de la población de la ciudad no ha alcanzado el graduado escolar y sólo el 7,2% tiene estudios superiores universitarios, según un informe elaborado por la firma consultora Deloitte a petición del ayuntamiento de la ciudad. Son los últimos datos municipales hechos públicos -correspondientes al año 2012- con el fin de tener una estadística sobre la realidad educativa de la sociedad alicantina y poder elaborar el plan estratégico de la ciudad. Muchos son los alicantinos que intentar saltar este obstáculo sacándose el graduado en las escuelas de adultos.
