Un barco pesquero del Grau de Gandía enganchó ayer entre sus redes las piernas de un hombre de mediana edad desgajadas del resto del cuerpo. Las piernas, de las que prácticamente no quedaba más que los huesos, estaban enfundadas en el pantalón, según señalaron varios testimonios a este periódico.
Al comprobar el macabro hallazgo el patrón de la embarcación pesquera alertó inmediatamente a la Guardia Civil y puso rumbo al puerto de Gandía, donde llegó alrededor de las cinco de la tarde.
Tras realizar una primera inspección ocular, los agentes comprobaron que en uno de los bolsillos del pantalón todavía se encontraba una cartera con documentación de un hombre de nacionalidad francesa y la hipótesis más probable es que sea la víctima.
Inmediatamente se puso en marcha una investigación para determinar si existe denuncia de desaparición y, misión más complicada, para averiguar cuáles fueron las causas de su muerte.
Según fuentes consultadas en la tarde de ayer por este periódico, de la primera inspección podría determinarse que las piernas corresponden a una persona de mediana edad que habría fallecido hace unos tres meses, aunque las condiciones ambientales del mar hacen más complicado precisar este extremo. Los restos fueron trasladados ayer al Instituto Anatómico Forense de Valencia.
No es el desaparecido de Gandia
Alarmados por el hallazgo de estos restos humanos, familiares del hombre desaparecido en el Grau de Gandía hace tres semanas se presentaron en el puerto para esperar noticias. Miembros de la Guardia Civil les anunciaron a los pocos minutos que podían estar tranquilos porque esas piernas no corresponden a Javier Abil.
Precisamente esta semana se han realizado nuevos rastreos por zonas de Gandía, dado que el desaparecido sigue sin dar ningún rastro de su existencia, aunque el resultado ha sido negativo. Si bien puede parecer una mala noticia, eso hace que aún haya esperanzas de que esté vivo.
