Unos butroneros desvalijaron el pasado fin de semana una joyería de Mislata tras realizar hasta tres agujeros para acceder al interior del establecimiento. Los ladrones se apoderaron de un botín de unos 50.000 euros en joyas, principalmente en piezas de plata y chapado. «Lo importante es que no se llevaron los encargos de los clientes. No es lo que valen las composturas sino el valor sentimental que tienen para muchos de ellos», apuntaba el encargado de la joyería. De hecho, los delincuentes apenas se llevaron unas cuantas joyas de oro de nueve y 18 quilates, ya que el resto del oro estaba guardado en la caja fuerte, a cuyo interior no pudieron acceder.
Todo apunta a que el robo se produjo durante la noche del sábado en la que se estaba celebrando la final de la Liga de Campeones. «Los vecinos debían de estar viendo el partido porque ninguno escuchó ruidos», explicaba Emilio destacando lo silenciosos que fueron los ladrones a la hora de hacer los tres butrones sin que nadie se percatara.
Además, el joyero está muy molesto porque el sistema de alarma falló y se está planteando emprender acciones legales contra la empresa de seguridad, según aseguró a este diario mientras mostraba la caja de la alarma arrancada por los delincuentes. «Debe de tener un sistema antirrobo que salte cuando arrancan los cables pero algo falló porque a nosotros nadie nos avisó», afirmó Emilio. No fue hasta el lunes por la mañana, al ir a abrir el taller, cuando el joyero descubrió que le habían desvalijado el local. «Se llevaron todo lo del escaparate, de los mostradores y las cajoneras con plata, pero no venían preparados para forzar la caja fuerte», relató el encargado.
Los ladrones entraron a través de un bajo anexo a la joyería situada en la calle Alicante de Mislata. Previamente se colaron en el patio de un finca de la avenida Gregorio Gea y realizaron un primer butrón en el cuartito de la limpieza para acceder al trastero de un particular, en el que hicieron otros dos agujeros para entrar en la joyería. «Hicieron primero uno en esta pared pero como se toparon con el mueble hicieron otro agujero», explicó el joyero. Además forzaron la persiana del local para tener una vía de escape y taparon el primer butrón con cajas para despistar.
