La muerte de la alicantina Alicia Zambrana, la exedil de Lorca muerta a golpes el pasado 14 de febrero en su domicilio de la playa de Muchavista, en El Campello, se considerará finalmente como crimen de violencia de género tras comprobarse que el homicida confeso y la víctima mantenían una relación sentimental desde dos meses antes de que se produjera el homicidio. El ciudadano paquistaní Riaz Khuram, de 30 años, compareció ayer en el juzgado de guardia de Alicante una semana después de hacerlo en el de Madrid tras ser extraditado desde Italia, donde fue arrestado, y ayer se acordó ratificar la prisión preventiva del imputado y la inhibición en favor del juzgado de Violencia sobre la Mujer para que instruya la causa por el homicidio de Alicia Zambrana, de 58 años.

La comparecencia del homicida confeso se realizó ayer por la mañana ante el fiscal y la titular del juzgado de Instrucción número 4 de Alicante, en funciones de guardia, y en ella confirmó los indicios que habían recabado los investigadores de la Guardia Civil. Agresor y víctima mantenían una relación sentimental, corta pero suficiente para que la causa judicial se instruye como un crimen de violencia de género.

Como ya hiciera en su declaración en Madrid nada más llegar de Italia, desde donde fue extraditado, Riaz Khuram confesó que golpeó a Alicia Zambrana con una silla. En su nueva comparecencia el acusado ofreció ayer una versión más amplia de los hechos y alegó que el día que murió la exedil de Lorca ambos habían estado bebiendo y mantuvieron una disputa en la que ella presuntamente esgrimió un cuchillo y le amenazó, por lo que la golpeó con la silla.

Sobre la relación con Alicia, el ciudadano paquistaní explicó que la conoció el pasado mes de diciembre en Totana, donde se la presentó un español. En dicha población murciana estuvieron conviviendo unos días hasta que la pareja se trasladó al apartamento de alquiler de la playa de Muchavista, donde finalmente fue encontrada muerta el día de los enamorados, el pasado 14 de febrero.

Antes de huir supuestamente se apoderó de varias tarjetas bancarias de la mujer y de su teléfono móvil, que aún estaba en su poder cuando fue detenido por la Policía de Milán el pasado 8 de abril en la localidad de Limbiate. El cuerpo de Alicia fue descubierto en el sofá de su vivienda horas más tarde de cometerse el crimen.

Desde un principio la Guardia Civil centró sus sospechas en el ahora encarcelado como presunto homicida. Tras seguirle la pista la Guardia Civil detectó que podría haber huido del país y el juzgado dictó en a principios de marzo una orden europea de detención y entrega.

La consideración de esta muerte como crimen machista convierte a Alicia en la segunda mujer que fallece este año en la provincia de Alicante por culpa de la violencia de género. Según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Igualdad, hasta el pasado 6 de mayo eran 24 las mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas.