Parió a un bebé en el baño de su casa tras ocultar el embarazo con fajas y, nada más dar a luz, lo metió presuntamente en una bolsa de deporte y ató las asas con un sujetador. La bolsa con el recién nacido dentro la arrojó a un patio de luces por donde pasan las bajantes de agua y, posteriormente, empujó supuestamente el «paquete» con el fin de que cayera a un pequeño pozo y así, no volver a verlo a nunca más.
Lejos de estos hechos -por los que la Fiscalía acusa a la madre del niño de un delito de asesinato intentado- queda la versión que la joven siempre ha mantenido ante el juez de que sintió dolores, tiró algo a la taza del váter, y tiró de la cadena y que, a partir de ahí, ya no recuerda nada más, intentando hacer creer que sus dolores y lo que tiró pudieron ser «fruto» de algún tumor o problemas vaginales, ya que desconocía que estaba embarazada.
El niño sobrevivió y está en manos de las instituciones públicas. La presunta autora de los hechos, según la Fiscalía, es una joven de 26 años que se encuentra en prisión preventiva desde su detención el pasado mes de junio después de que fuera dada de alta en el Hospital de Alicante, donde llegó, tras el parto, alegando tener dolores en el vientre y una hemorragia vaginal.
La madre del bebé es la única persona procesada en este asunto, pese a que estaba en su domicilio con dos compañeros de piso la noche en la que dio a luz al que era su segundo hijo.
El Ministerio Fiscal ya ha elaborado su escrito de acusación, y califica los hechos de un asesinato en grado de tentativa con la agravante de parentesco. El fiscal solicita para la acusada 12 años de cárcel, y reclama indemnizar por vía de la responsabilidad civil al menor -concretamente, a su legal representante- con 30.000 euros.
El Ministerio Fiscal también pide para la acusada la privación de la patria potestad sobre el niño y la prohibición de acercarse o comunicarse con él a través de cualquier medio durante un tiempo de 15 años.
El documento, al que ha tenido acceso este diario, especifica que no ha quedado acreditado quien es el padre. Añade, además, que «dada la naturaleza del hecho y la pena pedida se interesa el mantenimiento de la prisión provisional de la procesada y la urgente celebración del juicio oral».
Los hechos que han quedado probados según el fiscal ocurrieron la madrugada del 21 de junio de 2013, cuando la procesada, D.G.R., que estaba embarazada, comenzó a sentir dolores de parto que provocaron que, sobre las 8 de la mañana, se encerrara en el baño de la vivienda en la que residía de la calle Benissa de Alicante con otras personas, sin que conste acreditado que participaran en los hechos, dando a luz a un varón «totalmente formado y vivo al que intentó matar tras cortarle el cordón umbilical», según el fiscal.
El escrito de acusación continúa el relato explicando que la chica introdujo al bebé en una bolsa que ató con un sujetador, lo arrojó desde un primer piso al patio interior donde están las bajantes de agua y, a continuación, lo empujó para que cayera en una oquedad lateral parecida a un pozo de unos tres o cuatro metros de profundidad.
Tras dos días, sobre las 2 de la madrugada, uno de los vecinos del bloque, al oír los llantos del niño, llamó a los bomberos creyendo que era un gato atrapado. Al llegar éstos y mirar por la ventana del primer piso lograron ver al bebé ya que se le salía un pie por la bolsa. Con gran dificultad debido a la estrechez del patio lograron recuperar al pequeño, que entregaron a un SAMU y que fue atendido en el hospital de Alicante varios días. La madre fue arrestada por intento de asesinato y enviada a prisión provisional.
