Un profundo estudio para aclarar las causas de tres naufragios que han dejado en apenas un mes 18 marineros muertos en el noroeste español. La Asociación Española de Titulados Náutico Pesqueros (Aetinape) consideró ayer que estos tres sucesos deberían llevar a todos los estamentos implicados en la seguridad marítima a abrir nuevas vías de investigación sobre las causas de los accidentes, mientras que CC OO también ha reclamado esclarecerlos. Respecto al último siniestro, ocurrido en Asturias el pasado jueves, los equipos de rescate continuaron ayer sin éxito con la búsqueda de los dos marineros desaparecidos en un accidente en el que murieron otros tres.

Aetinape señaló ayer que organismos como la Comisión de Investigación de accidentes o la Agencia Europea de Seguridad Marítima, con sede en Lisboa, «tienen la obligación» de profundizar en el estudio de las causas que han dado lugar a estos naufragios «aparentemente tan absurdos», con mar en calma, proximidad al litoral y buques y tripulaciones con papeles en regla.

La línea de trabajo que se debería abrir, a juicio de esta asociación, es analizar las características de los barcos que son reformados o mejorados tecnológicamente, así como las condiciones «laborales reales» del trabajo a bordo.

Para este colectivo, existen evidencias de que a muchos barcos se le instalan nuevas estructuras para mejorar su operatividad, por lo que «podrían incurrir en problemas de estabilidad no previstos en su diseño inicial».

En cuanto al trabajo a bordo, Aetinape considera necesario estudiar las condiciones «reales» y no solo la reglamentación laboral formal, porque «tras los papeles pueden esconderse jornadas maratonianas, pocas horas de descanso o escasas condiciones higiénicas».

También recordó que organismos como la OMI o la OIT apuntan a la fatiga y al estrés laboral como principales factores de riesgo en la navegación, mientras la FAO reconoce la pesca como actividad laboral de mayor riesgo.

Una fatalidad

Uno de los cinco supervivientes del siniestro del pasado jueves en el que murieron cinco marineros -dos de ellos aún desaparecidos-, achacó ayer el naufragio a que «la red se debió de enganchar en algo, fue una fatalidad».