Un joven de 24 años fue detenido el pasado martes en Valencia acusado de un delito de abandono de menor por dejar encerrado a su hijo de cinco años durante casi dos horas en el interior de su vehículo. Los llantos del pequeño alertaron a un vecino que pasaba por la calle Barraca donde estaba estacionado el coche y éste, después de esperar un largo rato, por si aparecían sus padres, optó por llamar a la Policía informando del estado de ansiedad en que se encontraba el menor, aparentemente abandonado.

Agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional acudieron al lugar nada más ser alertados, en torno a las 20.30 horas del martes, y allí encontraron a un niño dentro de un coche tratando de salir del mismo y muy alterado. Los policías, después de calmar al niño, estuvieron casi una hora tratando de localizar a los familiares del pequeño hasta que la madre y un tío de éste acudieron y se interesaron por lo ocurrido. No obstante, ninguno de ellos portaba llaves del coche y tuvieron que avisar al padre, quien finalmente se personó en el lugar casi dos horas después de que el testigo asegurara haber visto al menor encerrado dentro del vehículo.

El progenitor del niño, de nacionalidad rumana, alegó a los agentes que había ido a comprar y que dejó al niño dentro bajo llave para que no pudiera ir a ningún sitio, pensando en su propia seguridad, y que no pensaba tardar mucho tiempo, según manifestó. No obstante, cuando llegó al lugar éste no portaba bolsa alguna que indicara que volvía de comprar. Además, dado el tiempo transcurrido y ante el peligro que supone dejar a un niño solo en un coche cerrado bajo llave, los agentes procedieron a la detención del padre del niño por un presunto delito de abandono de menor. Concretamente el acusado podría haber incurrido en un delito de abandono temporal recogido en el artículo 230 del Código Penal.

Asimismo, la temperatura en el interior del coche era elevada y las ventanillas estaban totalmente subidas, lo que incrementaba la sensación de agobio del pequeño, de sólo cinco años. La madre, que está embarazada y tiene otros dos hijos, se hizo cargo del niño.