Una juez de Alicante ha condenado a un año de cárcel a un hombre por un delito continuado de exhibicionismo por haber enseñado los genitales a su hija de cinco años, a quien pidió que le hiciera una felación en el baño de su casa.
La magistrada ha impuesto también al acusado una orden de alejamiento de la pequeña que le impide acercarse a ella a una distancia inferior a los 500 metros y le prohíbe todo tipo de comunicación con la menor a través de cualquier medio por un tiempo de dos años.
Los hechos se remontan al año 2011, cuando el acusado, estando en casa a solas con su hija de cinco años, le pidió que le acompañara al baño. Ese día la menor estaba en el domicilio de su progenitor, ubicado en término municipal de Mutxamel, según lo acordado en el régimen de visitas, ya que los padres no convivían juntos. Tras llegar al aseo, el acusado, con ánimo libidinoso, se bajó los pantalones y le dijo a su hija si quería chuparle «la pistola», a lo que la niña se negó, por lo que el padre le respondió que «otro día», según recoge la sentencia dictada.
Durante la sesión de juicio oral la menor reveló otro episodio similar que no había contado anteriormente. Su testimonio, según la juez, supone una «prueba de cargo» que ha sido completamente valorada al ser poco probable que la niña inventara estos hechos y dada la lógica, según los peritos, con la que le terminó contando esto a su madre.
La defensa, por su parte, negó que los hechos se produjeran y alegó que la denuncia se presentó a finales de año pese a a que los hechos contados por la niña se habrían producido en junio. También sostiene que la otra hija menor dijo que eso era «imposible» y añadió que, además, había malas relaciones entre los padres y que pudo ser una venganza de su exmujer. Sin embargo la juez cree que no hubo fundamentos que permitieran revocar «las evidencias incriminatorias» contra el procesado. El fallo no es firme.
