Un ataque de agorafobia impidió a una víctima de malos tratos declarar ayer contra su presunto agresor. El juicio estaba señalado ayer en la Audiencia Provincial de Alicante y todo estaba preparado para que pudiera cerrarse con una conformidad. Sin embargo, en el último momento, el acusado dijo que todo lo denunciado era mentira, abocando el proceso a la suspensión, ante la imposibilidad de poder contar con el testimonio de la víctima.

El presunto maltratador está acusado de los delitos de violencia contra la mujer, amenazas, lesiones, así como malos tratos habituales tanto físicos como psicológicos y por los que la Fiscalía solicita penas que suman ocho años y ocho meses de cárcel. Los hechos ocurrieron el pasado año 2013 y según el escrito de acusación, el procesado, que se encuentra en prisión preventiva, insultaba, humillaba y golpeaba a su expareja cada vez que acudía a la vivienda a la que ella residía para visitar a los dos hijos que tenían en común. En una ocasión, el acusado llegó a enviar a los niños a comprar golosinas para abordar a la víctima en el portal. Allí la propuso mantener relaciones y, al negarse ella, la propinó una paliza.

La mujer había planteado ayer a la sala que no quería testificar delante de su agresor, motivo por el que todo estaba previsto para que lo hiciera a través de videoconferencia. Sin embargo, la mujer avisó de que en el momento en que se dirigía hacia la sede judicial, sufrió un ataque de agorafobia que le impedía ir al juzgado. A pesar de ello, todo apuntaba a que el juicio no iba a tener que suspenderse dado que el acusado había mostrado su disposición a negociar una conformidad con la Fiscalía a cambio de una rebaja en la condena. En el último momento, cuando el juicio comenzó, el acusado dijo a los magistrados que todos los cargos contra él eran mentira. La sala optó por suspender el juicio hasta mayo para poder escuchar a la víctima