A casi dos centenares de colmenas asciende el botín del que agentes de la Policía de la Generalitat se ha incautado en una vivienda de Catral, en la Vega Baja, en una actuación pendiente de concluir. Los policías del Cuerpo autonómico han detenido también a una pareja compuesta por un español y una mujer de nacionalidad brasileña, que han sido puestos a disposición judicial como presuntos autores de la sustracción de los enjambres.
A falta de la confirmación definitiva, todo apunta a que las colmenas pertenecían a apicultores de Alicante, Valencia y Murcia, productores de miel que en las últimas semanas habían venido denunciando el robo de sus colmenas.
Tras la intervención de los agentes autonómicos, que ha permitido localizar la cantidad nada despreciable de 190 colmenas, las actuaciones se han trasladado a la Guardia Civil.
Esta actuación se produce cuanto se ha dado la voz de alarma a nivel mundial por la elevada mortandad de las abejas, lo que amenaza a la agricultura y al equilibrio de la biodiversidad. La polinización de cultivos, clave para la alimentación, se resiente por la tan increíble como enorme desaparición de abejas, entre un 30 y un 40% cada año, un problema que los expertos vinculan con los insecticidas neurotóxicos que afectan a la orientación de estos insectos.
