El titular del juzgado de lo Penal número 6 de Alicante ha absuelto a un pastor de la zona de El Comtat que se sentó en el banquillo de los acusados el pasado mes de febrero por un presunto delito contra la fauna y la flora, en concurso con otro de daños, por la muerte a tiros y con veneno de tres perros de caza en el término municipal de Famorca durante una batida de jabalíes.
El pastor, que negó durante el juicio tener responsabilidad alguna en los hechos que se le achacaban, ha sido exculpado de todos los cargos al no existir ninguna prueba de cargo que sostenga que fue el autor de los disparos que acabaron con la vida de tres perros de caza e hirieron a otro, según consta en la sentencia a la que ha tenido acceso este diario.
Los animales, como publicó este periódico, eran propiedad de un criador que le denunció tras la desaparición de varios ejemplares y la muerte de tres ellos durante una batida de jabalíes en febrero de 2008. Estos hechos dieron lugar a una investigación por parte de un juzgado de instrucción y desembocaron en una vista oral en el juzgado de lo Penal número 6 de Alicante el pasado febrero, en la que el fiscal solicitó para el pastor acusado 18 meses de cárcel y tres años de inhabilitación parar ejercer el pastoreo. Era una de las primeras veces que se oía en la provincia de Alicante solicitar la inhabilitación para un encargado de ganado o pastoreo.
El dueño de los perros reclamaba por su pérdida 36.000 euros, una cifra que fue ratificada en el juicio por un veterinario, que valoró en unos 10.000 euros cada uno de los ejemplares desaparecidos al tratarse, según explicó, de perros de raza. No obstante, el perito designado por el juzgado valoró los tres animales -tres podencos y un mestizo- en 700 euros, como publicó este diario tras la vista oral.
Según la sentencia, en ningún momento queda acreditado que el acusado, «siguiendo un plan preconcebido y movido por motivos espúreos, utilizara diversos ardides para conseguir atraer a los perros de caza ni que les diera muerte a cuantos se pusieran a su alcance, ni que se valiera de un perro pastor de su propiedad como reclamo, ni que utilizara una escopeta, ni que matara a tres de ellos y dejara a un cuarto malherido». Por contra, el juez le absuelve de todos los delitos de los que se le acusaba, incluido el de tenencia ilícita de armas, ya que se halló una escopeta en su vehículo que no quedó acreditado que fuera suya, pero sí de su pareja, la cual sí tiene licencia para la misma.
La denuncia se presentó por parte del dueño de los canes en octubre de 2008 tras comprobar que tres de sus perros murieron abatidos por una munición prohibida (las postas) durante una batida de caza de jabalíes.
El propietario señaló, a la salida del juicio, que ese día le desaparecieron seis perros, de los que dos se encontraron. Sin embargo, tres aparecieron muertos en tres puntos distintos del término municipal de Famorca y un cuarto fue hallado herido, y un veterinario pudo salvarle la vida.
«Mis mejores perros»
El dueño perdió a tres perros, pero pese a lo ocurrido pudo salvar a un cuarto gracias a un veterinario. Se trata del médico de animales aportado por la acusación privada para peritar el valor de los canes. «Eran mis mejores perros y levantaban mucha caza», señaló el propietario a este diario a la salida del juicio, en el que testificaron, además del veterinario, tres cazadores y los guardias civiles del Seprona que realizaron los atestados. El juez ha absuelto de todos los cargos al pastor denunciado por el dueño de los animales.
