La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Alicante sentó ayer en el banquillo a un joven acusado de quemar el coche y la vivienda familiar de su exnovia el mismo día que ésta rompió con él.
Los hechos ocurrieron en Catral el pasado junio de 2012, cuando el procesado, de 23 años, presuntamente, acudió sobre las 12:30 de la noche a la vivienda familiar de la víctima, donde ella se fue tras abandonar la casa en la que vivía junto al chico, y prendió fuego al vehículo de su exnovia. El fuego calcinó el automóvil y causó importantes daños por humo en la vivienda, obligando a sus moradores a abandonarla. En la casa se encontraban durmiendo la denunciante, su madre, la pareja de ésta y el hijo que estos últimos tienen en común, de cuatro años de edad.
La madre de la víctima declaró que tuvo que saltar con su hijo en brazos sobre las llamas que ya habían llegado desde el porche a la escalera del único acceso que tiene la vivienda.
Poco antes él le puso un «whatsapp» a su expareja en el que le preguntaba si le gustaban las barbacoas. Al día siguiente, estando ella presentando su denuncia en la Guardia Civil de Dolores, el procesado le envió otro preguntándole: «¿te ha gustado?».
El acusado negó en todo momento ser el autor del fuego, que también obligó a desalojar las viviendas colindantes. Incidió en que estuvo en un bar esa noche y que luego se fue a su casa.
Sin embargo, la investigación apuntó a que fue el autor material de los hechos. La Policía Científica de la Guardia Civil corroboró ayer que el incendio fue intencionado y que se hallaron unas toallas bajo el coche chamuscadas que la madre de la joven pudo reconocer como unas que regaló a la pareja cuando se fueron a vivir juntos.
También testigos del municipio sitúan al procesado en las inmediaciones de la casa incendiada en el momento del fuego, justo en las horas en las que la trabajadora del bar en el que estuvo tomando unas cervezas confirmó que él ya se había marchado. El procesado lo negó todo. Solo reconoció que estuvo durante varias horas enviando mensajes por whatsapp a su expareja durante lo que él llamó «una conversación», y negó ser el chico que aparece en una fotos con lesiones. A las fotos le acompañaban mensajes en el que decía que se estaba autolesionando y que se iba a suicidar.
La denunciante, por su parte, relató que ese mismo día ella dejó la relación y le dijo que se iba de casa. Contó que la retuvo en el domicilio mientras él tiraba muebles al suelo y se puso «muy agresivo». La retuvo y el miedo la llevó, dijo, a llamar a su padrastro para que fuera a por ella. Contó que en otras ocasiones él le había roto otros móviles para que no llamara a nadie.
Su padrastro la recogió sobre las 12 del mediodía y hasta pasadas las seis de la tarde el goteo de mensajes que recibió de su exnovio suplicando que volviera e insinuando que se iba a suicidar fue constante. Incluido, de noche, el ya mencionado relativo a la barbacoa. Otros hablaban de que no se sintiera culpable por lo que iba a hacer o que no quería cerrar los ojos por última vez sin oír su voz.
Más de 200 «whatsapp»
Las acusaciones consideran que existe también un delito de coacciones para transformar la voluntad de la víctima a través de más de 200 «whatsapp». En total,piden 20 años para el joven, que está actualmente en prisión preventiva por estos hechos, mientras su defensa pide su absolución por negar que fuera el autor.
La instrucción ha sido seguida por un juzgado de Violencia sobre la Mujer.
