El principal acusado en la trama urbanística de Llíber por la venta de viviendas en suelo rústico a más de 300 personas ha sido otra vez absuelto por la Justicia de un delito de estafa. La Audiencia Provincial de Alicante ha absuelto al empresario Miguel Muntaner de una estafa con la venta de unos terrenos rústicos a un matrimonio británico a través de un constructor que realizó la operación pese a que la vivienda tiene licencia de almacén.

Muntaner se sitúa, según la juez de Dénia que instruye el caso de la trama urbanística de Llíber, en el epicentro de la misma, donde pudieron pagarse comisiones y hacerse regalos a cargos municipales. En ella hay unos 300 afectados que compraron sus viviendas en suelo rústico sin saber esta característica y que han tenido problemas a la hora de legalizar o revender sus viviendas o simplemente para poder tener los servicios de luz y agua potable.

El principal imputado en esta causa, bloqueada en un juzgado de Dénia, ha sido ya absuelto en otros procedimientos similares, en los que en algunos sí se ha condenado al constructor que levantó las viviendas. Y eso es lo que ha pasado también ahora.

La sentencia que absuelve de nuevo a Muntaner de un delito de estafa y a la que ha tenido acceso este diario, sí condena a dos años y seis meses de cárcel al constructor que hizo el chalé y lo vendió al matrimonio inglés. Asimismo, el fallo inhabilita a este empresario a ejercer como constructor durante el tiempo de la condena. La sentencia no es firme.

Los hechos se remontan al año 2003, cuando Muntaner vendió una parecela de 2.691 metros cuadrados al constructor Michael Wilfert. Este último vendió a un matrimonio británico -que se querelló conta ambos empresarios- un chalé en abril de 2004 por una cantidad global de 238.133 euros, pese a que la vivienda estaba en suelo no urbanizable común en el que solo podían realizarse construcciones destinadas a vivienda aislada previo informe o autorización y en parcelas superiores a los 10.000 metros cuadrados.

A ello se sumaba que la licencia con la que contaba el inmueble era de almacén. Sin embargo, estas condiciones fueron ocultadas a los compradores, que de haberlas conocido no habrían adquirido el inmueble. Según el fallo, aunque ambos acusados eran «plenamente conscientes de la clasificación del suelo y de la licencia obtenida, no se acredita que este último se concertara con Wilfert para enajenar el referido terreno a los querellantes ni que tuviera ningún trato con éstos».

Esta denuncia es una de las que se han tramitado al margen de la causa principal que se sigue en un juzgado de Dénia por estafa urbanística en el término de Llíber y en la que están implicados varios empresarios y políticos. Precisamente este matrimonio británico es uno de los que primero denunció su caso.

Afectados asociados

Tras las denuncias por estafa inmobiliaria que llegaban a docenas, se creó la Asociación Abusos Urbanísticos Llíber No, entidad personada en la presunta trama urbanística a través de los abogados Bernardo del Rosa y Mónica Mas.