Una veintena de equinos, entre caballos y burros, muchos de ellos "famélicos" o en "lamentables" condiciones higiénico-sanitarias, han sido retirados hoy por orden judicial de una finca alicantina por efectivos de la Guardia Civil.

Los animales se hallaban en una parcela ubicada en la localidad alicantina de Callosa de Segura, cuyo propietario ha sido imputado por un supuesto delito de maltrato animal, según ha explicado la letrada Raquel López, impulsora de la denuncia y que hoy ha estado presente en esta finca para seguir "la liberación" de los equinos.

Malnutrición, suciedad y condiciones pésimas de atención conforman "la mala vida" que, a juicio de la asociación 'El Refugio del Burrito', entidad que presentó la denuncia, han tenido esta veintena de animales.

La llegada de los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y de otros miembros del instituto armado a la finca ha sido respondida por su propietario con una actitud negativa y de rechazo.

Sin embargo, los representantes de la citada asociación, que trabaja por el bienestar del burro y los mulos a nivel nacional, y la abogada le han mostrado una orden judicial -que esta misma mañana había retirado del Juzgado de Instrucción 2 de Orihuela- de cierre de las instalaciones y la incautación de todos los animales.

Tras permitir la entrada a los agentes, éstos han procedido a sacar a los caballos y burros del interior de un viejo caserón, y los han introducido en dos vehículos especializados en el traslado de este tipo de animales para llevarlos a su nueva ubicación.

Concretamente, los caballos serán acogidos por una protectora de estos tipo de equinos, mientras que los burros viajarán hasta la sede del 'Refugio del Burrito', situada en Málaga.

La directora de esta entidad, Verónica Sánchez, ha explicado que su organización denunció los hechos ante un Juzgado de lo Penal en junio del pasado año, después de que la asociación 'Los Caballos Luna' les facilitara un vídeo que reflejaba el "estado lamentable de las instalaciones y de los animales".

Posteriormente, los miembros del colectivo se personaron en la finca para comprobar los hechos. Según la directora, los animales estaban "delgados, sin agua, sin comida y atados con cuerdas cortas a la pared que apenas les permitían moverse ni realizar sus movimientos naturales".

"En ese momento sacamos del lugar a un total de nueve burros, de los cuales dos tuvieron que ser sacrificados, y un tercero murió al día siguiente", ha añadido.

No obstante, seis meses después, 'El Refugio del Burrito' recibió una notificación del juzgado anunciándoles que el caso había sido archivado puesto que "no encontraban indicios de delito", aún teniendo conocimiento, según ha insistido Sánchez, de la existencia de "dos denuncias del Seprona -agosto de 2012 y junio de 2013- y tres informes veterinarios que avalaban nuestra denuncia".

Ante esta negativa del juzgado, la asociación optó por contactar con la abogada Raquel López, especializada en temas de bienestar animal, y cuya labor ha permitido ahora la "liberación" de los animales.