Un pastor de la zona de El Comtat podría dejar de pasturar por orden de un juez si así lo acuerda en su sentencia el titular del juzgado de lo Penal número 6 de Alicante. El fiscal solicita para el pastor, acusado de matar con una escopeta a tres perros de caza y herir a otro, 18 meses de prisión por un delito contra la flora y la fauna y otro de tenencia ilícita de armas. Además, exige su inhabilitación para ejercer durante tres años el pastoreo al considerar que su presunto comportamiento con los animales le incapacita para ello.

Será el juez quien decida en su sentencia qué ocurrirá con la pena solicitada por el fiscal como con la reclamación del propietario de los canes, que exige una indemnización de 36.000 euros en virtud de la tasación de los perros efectuada por un veterinario que así lo ratificó en el juicio el pasado jueves y que explicó que eran perros de raza. Por su parte, la defensa pide la libre absolución alegando que el acusado no fue el autor de los disparos.

No obstante, el perito designado por el juzgado valoró los tres animales -tres podencos y un mestizo- en 700 euros, lo que se ha considerado «infravalorado» hasta por los propios agentes de la Justicia, según ha podido saber este diario.

Maltrato animal o daños

La vista oral contra el pastor quedó vista para sentencia y será el juez quien decida si aplicar un delito contra la fauna y la flora por maltrato animal o el de daños como solicitó el fiscal en sus conclusiones ante la sala, ya que el actual Código Penal castiga el primero de de estos delitos sin necesidad de que exista ensañamiento, algo que no ocurría en 2008, que es cuando ocurrieron los hechos. Por ello, solicita que si no se dan las circunstancia de maltrato animal tal y como exigía el antiguo Código Penal, también se debería valorar el delito de daños.

Aunque en un primer momento el fiscal reclamaba 36.000 euros al pastor por la muerte de los perros, solicitó durante el juicio que sea el juez en ejecución de sentencia quien decida el valor de los animales y la cantidad a abonar en concepto de indemnización a su dueño en el caso de que hubiese condena. Además, solicitó también la inhabilitación del acusado.

La denuncia se presentó por parte del dueño de los canes en octubre de 2008 tras comprobar que tres de sus perros murieron abatidos por una munición prohibida (las postas) durante una batida de caza de jabalíes.

Era un domingo de caza en la zona de El Comtat y la presa, el jabalí. Franciso cuenta que ese día le desaparecieron seis perros, de los que dos se encontraron. Sin embargo, tres aparecieron muertos en tres puntos distintos del término municipal de Famorca y un cuarto fue hallado herido.

Estos hechos le llevaron a denunciar y a ejercer la acusación particular -representada por los letrados Verónica Alcaraz y Jesús Joaquín Gutiérrez- contra el pastor juzgado.

Un veterinario -que tasó cada perro en unos 10.000 euros y que testificó durante el juicio- pudo salvarle la vida a un cuarto animal. Clide, se llamaba el can, que al menos no tuvo la fatal suerte de Lucero, Tigre y Monte. «Eran mis mejores perros y levantaban mucha caza», señaló el propietario a este diario a la salida del juicio, en el que testificaron, además del veterinario, tres cazadores y los guardias civiles del Seprona que realizaron los atestados.

Respecto a la acusación de tenencia ilícita de armas, el procesado declaró que no sabía que la escopeta con la que presuntamente se efectuaron los disparos estaba en su coche. El fiscal concreta en su escrito de calificación que el arma que se encontró en el vehículo del acusado es compatible con la munición que mató a los canes. Tras cuatro horas de vista oral el juicio quedó visto para sentencia.