La Asociación Nueva Coproper (ANC), que agrupa a más de 500 guardias civiles de la provincia, advierte de que la protección y la seguridad de los ciudadanos «no siempre van a ser compatibles con el interés perseguido por las entidades privadas de seguridad». Para explicarlo pone el ejemplo siguiente: «Un oligarca ruso posee una mansión en el puerto de Torrevieja y es además propietario de varios barcos comerciales con rutas por los cinco continentes y yates que atracan en una zona portuaria, de la cual también es copartícipe junto a otra empresa del sector turístico y comercial de dicha zona. A su vez tiene contratados varios servicios de investigadores privados para evitar delitos privados sobre sus productos y honor personal. Como es poseedor de esta inmensa riqueza, que además da trabajo a casi trescientas familias en la localidad, mueve ingentes cantidades de dinero y puede ser objeto del delito de robo, tan frecuente en esa zona, contrata una empresa de seguridad y vigilancia privada. La seguridad pública, en este caso la Guardia Civil, no va a dedicar efectivos a algo que aparte de ser privado, además ya está vigilado. Para la imaginación de cada uno queda que el oligarca ruso, aprovechando su sector privado y particular, esté introduciendo armas y drogas, además de controlar un sector comercial, otro administrativo y otro de seguridad. Esta ley, con el tiempo, puede incluso fomentar la competencia entre los jefes de los cuerpos públicos de seguridad para ganarse a estos oligarcas de las empresas de seguridad privada». P. C.
