El juez de lo Mercantil número 2 de Alicante, Salvador Calero, ha apartado a los administradores concursales de la promotora alcoyana Luxender S. L. al entender que actuaron de forma desleal con la empresa, que entró en concurso de acreedores en 2008 por no poder hacer frente a unos 40 millones de euros, por primar el cobro de personas de su entorno (uno de ellos socio de un administrador) así como por permitir incluir en el crédito facturas falsas en favor de un perito. De los tres administradores concursales que han estado al frente de este concurso, el magistrado sólo ha destituído a dos, pero mantendrá al tercero, que seguirá con la gestión junto a dos nuevos administradores.

Según expone el juez Calero en su sentencia, emitida en septiembre pasado, los administradores concursales (que han llevado numerosos concursos en toda España) actuaron con prácticas desleales en tres actuaciones concretas.

En primer lugar, aunque el magistrado no pueda corroborar «una actitud delictiva» respecto al cobro de un cheque de 294.000 euros, sí dilucida una práctica «que no se ajusta a los deberes de honestidad, lealtad e imparcialidad propias de la administración concursal». Según la mercantil concursada, los administradores cobraron y se apropiaron de un cheque emitido por Caixa Galicia sustrayendo ilícitamente 294.000 euros a través de su endoso en favor del despacho de abogados de la mercantil, Orfila Cinco. Por este motivo Luxender presentó querella criminal, que fue admitida a trámite por un juzgado de Instrucción de Madrid. Los denunciados exponen ante los juzgados que nunca se trató de un «reparto» del dinero, como así se podía leer en varios emails, sino de un préstamo a los letrados.

También alegan que sus firmas para el cobro del cheque fueron falsificadas, y así lo especifica el juez, que dice que son falsificaciones «burdas». Los administradores ofrecen toda una explicación sobre lo relativo al cheque en cuestión. Respecto a esto, Salvador Calero indica que aunque la realidad fuera la que exponen los administradores concursales es decir, que se tratara de un préstamo al despacho de abogados de la mercantil «resulta difícil de creer que no se haga referencia a esos términos de 'préstamo', 'entrega a cuenta' o 'provisión de fondos'» en ninguno de los correos electrónicos «ni en ningún momento» aunque sí que hablen literalmente de un «reparto». El magistrado considera que hubo deslealtad en cualquier caso por el endoso del cheque simulando un préstamo que no se hace por escrito ni se hace constar en ninguna de las listas de créditos contra la masa que se presentan con posterioridad.

También considera práctica desleal y deshonesta el reconocimiento de los créditos en favor del socio de uno de los administradores y del despacho de abogados Orfila Cinco, «así como su empecinamiento» en que estos cobraran por delante de otros. Entre esos créditos, según la sentencia y tal y como alertó la mercantil había créditos que no habían sido reconocidos por la promotora. Con menor gravedad, dice el juez, también destaca la aprobación de facturas en favor del perito de las que tenía que responder la empresa una vez entró en concurso «que se ha demostrado que son falsas en la medida que no se corresponden con servicios prestados» por el perito a Luxender.

El magistrado falla así estimar la separación de los administradores hecho muy poco frecuente, según afirman juristas consultados por este diario, a los que requiere que rindan cuentas en el plazo de un mes. El juez no hace especial pronunciamiento sobre las costas y ordena llamar como administradores concursales a los siguientes de la lista del juzgado, que aún no se han incorporados.

Luxender es una de las promotoras, con sede en Alcoy, que se ahogó con la crisis del ladrillo. Su principal proyecto en la provincia son 1.500 casas en la Sierra de Mariola, prevista en tres fases de las que no se completó ni la primera.

Normas de cortesía

El juez hace una llamada de atención al dueño de la promotora al administrador social para que no se repita la «falta de normas de cortesía» con los administradores concursales ya que les echó de una de las reuniones en la sede social y amenaza con declarar la suspensión de facultades de la concursada si vuelve a ocurrir un episodio similar con los nuevos administradores.