Trabajador del Banco de España de día, jugador profesional de poker durante los fines de semana. Francisco Javier de Zárate, empleado del Banco de España, ha demandado a esta institución tras despedirlo por participar en torneos nacionales de poker mientras estaba de baja médica. De Zárate alega que es víctima de una persecución por parte del banco y que su afición a este juego de cartas nunca ha interferido en su trabajo. De hecho, su participación en dichos torneos no retrasó su reincorporación al trabajo en la fecha en la que terminaba la baja. El juicio por el despido se celebró ayer en un juzgado de lo Social de Alicante y quedó vista para sentencia.

El trabajador, vecino de Xàbia, se reincorporó al Banco de España en el año 2011 tras una excedencia de varios años. El 2 de agosto de 2012, se cogió una baja por una lesión de rodilla. Según el Banco de España, nada más coger la incapacidad, descubrieron que este trabajador estaba en Bilbao participando en un campeonato de poker. La entidad contrató a un detective privado que le grabó y obtuvo imágenes de él participando del 14 al 18 de ese mes en otro torneo en Barcelona. La investigación apuntaba también a que durante la baja participó en otro campeonato más en Alicante. El jugador contaba con un perfil en las redes sociales en las que iba anunciando sus progresos en esos campeonatos. El Banco de España considera que el trabajador cometió tres faltas muy graves y cada una por separado eran motivo de despido: realizar actividades físicas incompatibles con la situación de baja laboral; el gasto desmesurado de su salario en juegos de azar; y ser administrador de una asesoría. Por último, se considera que no ha cuidado el buen nombre del Banco de España, este último punto se considera falta grave.

«David contra Goliath»

«Esto es una lucha de David contra Goliath», empezó declarando ayer el demandante, que considera que su despido ha vulnerado sus derechos fundamentales. Este tipo de comentarios le valió ayer los reproches del magistrado que le indicó que se limitara a responder lo que le preguntaran sin hacer ningún tipo de valoración.

Según explicó el demandante, la baja no le obligaba a un reposo absoluto y pasó la mayor parte del tiempo sentado y haciendo desplazamientos cortos ayudado con una muleta. La baja médica se prolongó del 2 al 24 de agosto y tuvo la duración respaldada por los médicos. Todos los campeonatos se celebraron en fin de semana y por tanto fuera del horario laboral. Su abogado calificó de desproporcionada la investigación, en la que el Banco de España ha parecido más empeñado en perseguir a un trabajador que en controlar el sistema financiero.

Asimismo planteó una posible intromisión en el derecho a la intimidad del trabajador al enviar a un detective a grabarle en un casino, cuando no se pueden captar imágenes en el interior de este tipo de establecimientos, así como accediendo a sus perfiles en las redes sociales. El letrado también incidió en que las empresas en las que el empleado aparece como administrador son previas a su regreso al Banco de España y en la actualidad no le generaban ingresos. De Zárate asegura que sufre una persecución por parte del Banco de España y que en breve tenía intención de presentarse al comité de empresa, por lo que su despido es una represalia sindical.