Hassan E. S., uno de los dos acusados del doble crimen de una madre y su hijo de ocho años en Polop, ofreció ayer en el juicio una nueva versión en la que fue el otro, José María Z. B., el que cometió los asesinatos, mientras él se limitaba a mirar. Tras haber asumido la autoría en solitario de las dos muertes, haber implicado más de cincuenta días después a su jefe en el crimen, ayer cambió nuevamente de relato. Un jurado popular juzga desde ayer y durante las dos próximas semanas este doble crimen que conmocionó a la localidad de Polop de la Marina en el verano de 2011. La declaración del segundo acusado, que niega su participación en los hechos, se ha pospuesto para hoy, dado que el interrogatorio de Hassan se prolongó hasta más allá de las 19.30 horas tras haber comenzado el juicio a las 10.00 de la mañana.

Los dos acusados se enfrentan a penas que suman 76 años de prisión por el doble asesinato: 40 años para José María Z. B. y 36 para Hassan E. S. Los hechos ocurrieron el 20 de julio de 2011, madre e hijo aparecieron brutalmente asesinados con un cuter y una azada en su domicilio que se encontraba encima del taller mecánico en el que trabajaban los dos acusados. La investigación apuntaba a un crimen de violencia de género, ya que la víctima acababa de romper una relación sentimental con el dueño del taller para irse con otro. Pocos días después, Hassan se presentó ante la Guardia Civil para confesarse autor en solitario de los hechos. Casi dos meses después, implicó a José María en el crimen, aunque éste ha negado su implicación. Ni estuvo apenas en el taller esa tarde, ni su ruptura con la víctima había sido fuente de conflicto, ya que él iba a volver con su anterior esposa, expone el abogado de José María, Alejandro Bas. En este proceso está personada la familia de las víctimas como acusación particular, a través del letrado Luis Arrabal, mientras que los abogados del Estado y de la Generalitat ejercitan la acción popular.

Hassan E. S.se declaró culpable y relató ayer al tribunal que se vio implicado en el crimen sin saber lo que estaba pasando hasta que fue demasiado tarde. Buena parte del interrogatorio de ayer se centró en las preguntas del letrado Alejandro Bas en acreditar las presuntas contradicciones de su testimonio. Hassan aseguró que se presentaron unos rumanos aquella tarde en el taller y les obligaron a cometer el crimen, «o sino matarían a nuestras familias». Según dijo, José María subió en primer lugar y mató al niño golpeándole en la cabeza. Hassan no se enteró de lo que estaba pasando hasta más tarde y subía con la madre por las escaleras.

Ácido para limpiar pruebas

«Al entrar, José María la golpeó en la cabeza con la azada y ella cayó desplomada al suelo», relató a lo que añadió que le mandó abajo a coger botellas de ácido para eliminar pruebas de los cuerpos. Cuando subió, se encontró a José María agachado junto al cuerpo de la víctima con nuevas lesiones. Según Hassan, éste le dijo que «estaba viva y ha intentado escaparse». Días más tarde acabó entregándose a la Guardia Civil al no soportar los remordimientos de lo ocurrido.

El cambio de versión de Hassan sorprendió ayer a las propias acusaciones. «Oiga y si usted sólo miró, ¿De qué se declara culpable entonces?», le preguntó la abogada del Estado durante los interrogatorios. «De haber cerrado la puerta cuando Elena entró en la casa para que no saliera», respondió.

Buena parte del interrogatorio del abogado de José María Z. consistió en tratar de desmontar las supuestas inconsistencias del testimonio de Hassan. Con una vehemencia que le valieron el reproche de la magistrada Francisco Bru que le pidió que moderara el tono. El letrado aportó las nueve declaraciones que Hassan ha prestado ante el juzgado, en todas ellas ha presentado versiones contradictorias. «Reconozco que dije un montón de mentiras, pero lo que digo hoy es la verdad», aseguró ayer este acusado. Según dijo, José María había sido como un padre para él y le había formad desde niño para trabajar en el taller y había alquilado una casa para su familia.

Grabaciones en prisión

El letrado de José María Z. aportó varias conversaciones telefónicas de Hassan con su familia cuando éste estaba en prisión. «Lo he hecho yo por mi propia cuenta, para sentirme un poco fuerte», aseguró a su hermana en una de esas cintas. En algunas de esas conversaciones amenaza con hacer que José María vaya con él a la cárcel sino le pagaba las dos últimas semanas que le adeudaba por el trabajo en el taller.

La defensa de José María sostiene que Hassan cometió el crimen porque se había obsesionado con la víctima y ésta le había rechazado cuando le hizo proposiciones sexuales. El juicio proseguirá hoy con la declaración del segundo acusado, José María Z., así como los guardias civiles que llevaron la investigación.