El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) mejoró a principios de este año las medidas de seguridad en este punto, aunque ayer volvió a quedar claro que son insuficientes. Se ha instalado un gran cartel que alerta del peligro, después de que Lola Camacho, madre del joven que murió allí arrollado hace un año junto a su novia, presentara 12.000 firmas para reclamar más seguridad. El cartel no puede ser más explícito: «Prohibido cruzar las vías. Peligro de muerte». Además, se ha vallado la parte de la glorieta que da a las vías, aunque es inútil porque a escasos metros se puede acceder sin ningún problema a las vías desde la carretera para llegar a las pequeñas y tranquilas calas de la zona. Ayer mismo se podía ver a tres bañistas cruzando por este punto y a otros cinco que seguían en los arenales mientras la Policía recogía pruebas. Según manifestó hace unos meses Camacho, el Ayuntamiento se ha comprometido a construir una pasarela, extremo que ayer fuentes municipales no pudieron confirmar. J.A.R.