Una decena de disparos para matar a un rottweiler muy agresivo que no permitía a los sanitarios atender a una mujer a la que atacó. La Policía Local de San Vicente del Raspeig abatió el pasado viernes a un perro de una raza catalogada como potencialmente peligrosa tras causar heridas graves a una mujer, que permanece hospitalizada y es familiar del dueño del can, en una vivienda del extrarradio del municipio, según explicaron ayer fuentes cercanas al caso.

El propietario del animal contaba con todos los permisos necesarios para la tenencia de este tipo de perros y se trata de la segunda agresión grave registrada en la comarca este verano por parte de un rottweiler. A finales del pasado mes de junio una joven de 17 años fue atacada por un animal de esta raza causándole heridas graves en un brazo en Mutxamel, agrediendo también a un hombre que sólo sufrió lesiones leves.

Los hechos ocurrieron en una vivienda del Vial de los Holandeses de San Vicente, situada en la partida de Boqueres. En la vivienda residen tanto la dueña de la casa como el responsable del can y la mujer herida. Todos son familia y la agresión registrada en el interior del chalé se produjo en circunstancia no aclaradas, aunque cuando llegó la Policía Local el animal estaba totalmente transtornado.

Los agentes, ante la imposibilidad de que los sanitarios pudieran atender a la mujer herida por la presencia del perro, que se mostraba muy agresivo, tuvieron que abatirlo a tiros. Una decena de disparos fueron necesarios para acabar con su vida y poder atender a la mujer, que presentaba una mordedura de consideración en la pierna y estaba sangrando. La herida fue trasladada por una unidad del Servicio de Atención Médica Urgente al Hospital General de Alicante, donde ayer seguía ingresada en planta, recuperándose de las heridas y fuera de peligro.

Fuentes del Ayuntamiento de San Vicente informaron ayer que el propietario tenía licencia para tenencia de animales peligrosos desde 2009 y contaba con el pertinente seguro de responsabilidad civil en regla.

Del mismo modo también había pasado las revisiones veterinarias y vacunaciones correspondientes y no constan en el Consistorio agresiones anteriores por parte de este animal.

Además, las mismas fuentes señalaron que el chalé disponía de medidas de seguridad adecuadas para evitar que el animal pudiera escaparse, con un vallado interior y otro exterior.