Carla Garrido Vaquera, de 35 años y natural de Elche, cogió el tren Alvia el pasado miércoles para empezar una nueva vida en Galicia. Desde 2005 vivía en Vizcaya pero su hogar estaba en El Carrús. Ahora Ourense era el futuro, allí le esperaba su pareja desde 2012, Suso, con el que iba a estrenar una casa y a construir una familia. El destino se cruzó en sus planes para truncarlo.

La última víctima mortal identificada de Alicante deseaba casarse en un futuro, aunque la familia ha negado que la ceremonia estuviera prevista para hoy, como se ha comentado. Ella ya era madre de un niño de 13 años de una relación anterior, Jesús Antonio Rodríguez Garrido, «Josu» para los más cercanos, que la acompañaba en este viaje.

Madre e hijo tuvieron el más trágico final el pasado miércoles en el accidente ferroviario de Santiago de Compostela, y ayer la madre de la joven tuvo que desplazarse hasta Galicia para hacer el trayecto más duro. Gracia Vaquera se rompía de dolor al conocer la noticia, sin embargo quiso hacer de tripas corazón y compartir el suceso con todos los que la querían en la red social Facebook, porque Carla era una joven muy apreciada.

Era conocida por ser «muy amiga de sus amigos, cariñosa, solidaria y muy vital», explicaban ayer fuentes de la familia a este periódico. De hecho, allí había criado a su primo pequeño, 11 años menor, y estaba muy unida a la familia pese a que su vida no había sido fácil. «Carla era una luchadora nata, había sido una sufridora y había salido adelante entregándose a los demás... justo ahora, que iba a rehacer su vida con un hombre magnífico, ha pasado esto», declaraba ayer un familiar notablemente afectado.

La joven había fundado una asociación contra la violencia machista «La Mujer es una Diosa», desde donde participaba en el Programa Hera para mujeres víctimas de violencia de género. Estaba muy implicada en esta causa, había escrito un libro, «Las Heridas de las Hijas de La Diosa», y una agenda para ayudar a este colectivo a sentirse mejor.

Carla Garrido, que estudió Antropología en la UNED, se convirtió en una trabajadora social muy activa. Probablemente por su generosidad, estos últimos días los mensajes de apoyo, cariño y pésame a sus seres queridos inundaban varios perfiles de Facebook. Desde esta red social se dirigía Gracia Vaquera desconsolada: «Queridas hermanas, diosas y amigas, hoy es un día triste para toda las que las que queríais a Carla. Un asesino conductor del tren me ha arrancado la vida de mi hija y su niño. Mi pequeño nieto. No puedo hablar más porque que cuesta hasta respirar». Ayer este medio intentó contactar con ella pero descartó hacerlo porque se desplazaba a recoger los restos de su hija y su nieto. No está previsto que se celebre un funeral como en Rojales y Calp, sino que la despedida será en la estricta intimidad, solo para la familia.