Los familiares de las víctimas del descarrilamiento empezaron ayer a despedirse de sus muertos, en una jornada en la que la Policía Científica redujo la cifra de fallecidos a 78, tres de ellos aún sin identificar ayer a la espera de las pruebas de ADN. El funeral se celebrará el próximo lunes 29 de julio a las 19 horas en la catedral de la capital gallega, y a él acudirá el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El balance de víctimas se trataba de una cifra provisional, según puntualizó el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, Miguel Ángel Cadenas, porque los forenses y los investigadores estudiaban ayer tres restos humanos recogidos en el lugar del tren siniestrado, por lo que el número de fallecidos podría variar.

El comisario jefe de la Unidad Central de Coordinación de Policía Científica, Antonio del Amo, explicó que, aunque el jueves se informó oficialmente de 80 fallecidos, las identificaciones han determinado que de momento serían 78, ya que se trata de una labor compleja en la que se puede considerar que algunos restos humanos conforman un cadáver pero finalmente pertenecen a otro identificado previamente.

Respecto al número de heridos, 81 personas permanecían ingresadas; de ellos, 28 adultos y 3 niños en estado crítico.

Banderas de Galicia con crespones negros en los balcones de muchos edificios y flores en la puerta de la catedral de Santiago fueron algunas de las formas que han elegido los compostelanos para rendir homenaje a las víctimas del accidente.

El tráfico ferroviario se restableció ayer en la zona tras el accidente. Hacia las cinco de la mañana empezaban a transitar los trenes de velocidad convencional y dos horas más tarde lo hacían los convoys de alta velocidad, aunque con precauciones.