Un total de 67 fallecidos en el tren accidentado en Santiago de Compostela habían sido identificados anoche y ya se les había practicado la autopsia gracias al trabajo sin descanso de una veintena de agentes de la Policía Científica y de diez equipos forenses. Otros 13 cadáveres no habían podido ser identificados por el mal estado en que quedaron los cuerpos, por lo que hoy se les realizarán nuevas pruebas.

Así, se examinarán los cuerpos para comprobar si tienen alguna característica física que permita una identificación inequívoca, como prótesis o tatuajes. En caso contrario, se hará una prueba de ADN. Para ello, desde primera hora del día, la Policía Nacional ha estado tomando muestras de ADN a los familiares por si fuesen necesarias.

Los cuerpos fueron examinados por los diez grupos forenses en los hospitales Clínico y Provincial de Santiago, y trasladados después al pabellón multiusos Fontes do Sar, que se ha habilitado como tanatorio. Es precisamente en ese recinto donde dos grupos especiales trabajarán en las pruebas biológicas para disponer de resultados «en dos o tres días».

Al pabellón continuaron llegando ayer los familiares de los fallecidos que ya han sido identificados. De hecho, 26 familias ya habían podido recuperar anoche los cadáveres. No obstante, no todos los cuerpos habían sido trasladados del tanatorio, puesto que no todas las familias han decidido el proceso y en algunos casos, las funerarias no se habían podido hacer cargo de los cuerpos dado que las víctimas procedían de diferentes lugares, algunos de otros países.

En el punto del accidente se recuperaron 73 cadáveres, a los que hay que sumar otros siete accidentados fallecidos en los centros hospitalarios adonde habían sido evacuados inicialmente. La comitiva judicial comenzó el levantamiento de cadáveres a las 23.00 horas del miércoles y concluyó al mediodía del jueves. Para realizar este trabajo se desplazaron al lugar de los hechos el juez de guardia el del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, un juez de apoyo, el fiscal de guardia, tres secretarias judiciales y cuatro forenses.

Doble identificación

El jefe de la Unidad Central de Identificación de la Comisaría General de Policía Científica, Juan Antonio Rodríguez San Román, explicó ayer que medio centenar de efectivos de la Policía Científica trabajan desde el primero momento sobre el terreno y que ayer aún se desplazaron hasta el lugar agentes procedentes de Asturias y Castilla y León como refuerzo. Entre ellos hay expertos en dactiloscopia, necroreseña, biología y ADN, vídeo y foto y técnicos identificadores.

El comisario detalló que la primera identificación de las víctimas se lleva cabo a través de las huellas dactilares, «un sistema infalible». No obstante, ha informado que en los casos más complejos se establecerán además identificaciones de ADN y dentales.

Las identificaciones por huellas las llevarán a cabo tres expertos procedentes de las unidades de Policía Científica gallega, y serán después «ratificadas» por otros dos expertos desplazados de la Comisaría General de Madrid. «No podemos permitirnos ningún tipo de error», remachó. Asimismo, Rodríguez San Román explicó que los protocolos también garantizan que durante todo el proceso de identificación habrá una cadena de custodia de los cadáveres de las víctimas para que no haya ningún tipo de error a la hora de entregarlos a las familias.