La Policía Nacional ha apresado en Alicante a uno de los 100 delincuentes del crimen organizado más buscados del mundo. Se trata del albanés Dritan C., de 32 años, buscado por las autoridades italianas por asesinato, secuestro y tenencia ilícita de armas, según informaron a este diario fuentes próximas al caso.

La detención se produjo el pasado martes en la Comisaría Provincial de Alicante, cuando Dritan C. acudió a las dependencias policiales para resolver un trámite administrativo por el que había sido citado con el nombre que estaba utilizando desde hacía años en España. Una vez en comisaría, un agente especializado en fugitivos de la Justicia sospechó de la verdadera identidad del hombre y se realizaron una serie de comprobaciones que permitieron constatar que a quien en realidad tenían sentado ante ellos era uno de los prófugos más peligrosos de Europa, según la calificación de Europol.

Así las cosas, Dritan C. fue detenido y un día más tarde, viajaba ya hacia la Audiencia Nacional, órgano judicial encargado de tramitar las extradiciones. En este caso, el arresto del albanés, en el que han participado agentes de las brigadas de Policía Judicial de Alicante, Valencia, Marbella (Málaga) y del grupo de Fugitivos de Madrid, se produce en cumplimiento de una euroorden expedida por Italia.

Dritan C. también tiene causas pendientes en varios juzgados de la Costa del Sol, donde fue arrestado por numerosos robos en viviendas bajo la identidad rumana falsa que usaba en España.

El ahora detenido estaba buscado desde 2004, cuando se fugó de una cárcel italiana junto con otros cuatro compinches de la misma nacionalidad. Los cinco albaneses debían cumplir una condena conjunta de 86 años de cárcel por distintios delitos.

En el caso del ahora detenido, la Justicia italiana le había impuesto 24 años de prisión por el asesinato, el 11 de julio de 2000, de Petr Ndo, un rival con el que tenían cuentas pendientes porque le acusaba de que sus prostitutas habían invadido parte de la acera en la que Ditran obligaba a trabajar a las suyas. Petr, también albanés, murió tras recibir tres tiros en plena calle Revi de Florencia. Los cinco albaneses se fugaron de la cárcel florentina en marzo de 2004, escalando los muros exteriores de la prisión de alta seguridad de Solliciano, que tenía graves deficiencias de seguridad. Entre ellas, la ausencia de policías en el perímetro exterior y el mal funciomiento de la alarma del muro.