­La provincia de Alicante no suele ser ajena a ninguna de las modalidades delictivas que van surgiendo. El uso de la escopolamina o burundanga, conocida también como la «droga de la voluntad», se ha detectado recientemente en varios casos de robos en la Vega Baja y Bajo Vinalopó. Las víctimas pierden la conciencia de lo que hacen y cuando pasan los efectos de esta droga no recuerdan nada de lo que han hecho o si lo hacen es con bastante confusión.

La Asociación Nueva Coproper (ANC), que agrupa a más de medio millar de guardias civiles de la provincia, ha alertado de este peligro y reclama a las autoridades que adopten medidas de prevención para evitar que se generalice la utilización de esta droga en Alicante.

Además de ser empleada para cometer robos de dinero, joyas y cualquier efecto de valor, la burundanga también se utiliza en mayor medida para cometer agresiones sexuales, grabar vídeos íntimos o comprometedores que se difunden por Internet.

Esta sustancia, que es un depresor del sistema nervioso central y se obtiene de la belladona y de otras plantas, se puede adquirir con facilidad y a un precio asequible a través de Internet, donde algunos vendedores advierten, para curarse en salud, que su uso está prohibido para cometer «actos vandálicos».

Bien en polvo o en líquido, el efecto de la burundanga sobre una persona es inmediato y anula la voluntad de la víctima y durante dos horas aproximadamente pierde la memoria. Cualquiera que la ingiera mezclada con una bebida o inhalada muestra una actitud complaciente y su estado es de pasividad total, por lo que queda a merced de las intenciones que tengan los que se la han administrado.

También existe un uso medicinal, aunque siempre en dosis pequeñas. Así, se utiliza como analgésico y como sedante con enfermos de Parkinson.

En la ciudad de Alicante no se han registrado casos de robos con la ayuda de la burundanga, pero sí de abusos sexuales a jóvenes. Uno de los robos denunciados en la provincia a la Guardia Civil donde se presupone que se ha podido emplear la escopolamina o burundanga ocurrió el pasado mes de abril en Albatera. Por las características del robo parece una variedad del timo de la estampita o tocomocho, pero la declaración de la víctima induce a pensar que pudo inhalar esta droga porque se sintió desorientada y no era plenamente consciente de lo sucedido. Lo cierto es que le robaron las joyas y 7.000 euros.

La denunciante fue una mujer septuagenaria que explicó que fue abordada por un joven que parecía deficiente y tras preguntarle por un determinado colegio le enseñó una bolsa de plástico con mucho dinero en su interior. A continuación entró en escena el «listo», quien se metió en la conversación entre ambos y propuso entregar el dinero a la Guardia Civil. La víctima, que ya debía estar afectada por la burundanga, se montó en un coche en el que iba una tercera persona y en vez de ir al cuartel de la Guardia Civil acabaron en casa de la denunciante, donde le robaron las joyas y le instaron a recoger la cartilla para sacar dinero de su banco. Así lo hicieron y al final lograron un botín de 7.000 euros y las joyas.

Además del robo en Albatera, la Guardia Civil ha recibido al menos dos denuncias más sobre hechos similares cometidos en Torrevieja y en una pedanía de Elche. ANC cree que hay más casos que no se han denunciado por la pérdida de memoria o por vergüenza de la víctima.