Una investigación judicial tendrá que aclarar qué ha ocurrido con la presunta usurpación de la identidad de una mujer de Alicante en la aplicación de mensajería instantánea Whatsapp, cuya fotografía figuraba en el móvil de otra persona que creyó que era ella sin que, según la denunciante, lo fuera realmente.

Un juzgado de Alicante ha abierto diligencias para intentar esclarecer la denuncia presentada ante la Policía Nacional por una mujer residente en el barrio de Carolinas a la que, presuntamente, le han usurpado su identidad en la aplicación más conocida de telefonía móvil para chatear. Al menos, su fotografía ha sido puesta junto a un teléfono móvil a través del cual se han enviado mensajes a un hombre -sin que haya trascendido si le conocía previamente- que le demostró enseñándole el teléfono que ella le había puesto un mensaje comprometedor.

El contenido venía a decir que él le gustaba muchísimo "aunque no te conozco" y que le veía por el barrio y deseaba estar con él. El pasado marzo él logró detectarla y le comentó lo del mensaje, a lo que la denunciante le indicó que ella no había sido. Posteriormente presentó una denuncia que obra ya en un juzgado de Instrucción de Alicante en el que, al menos, se intentará esclarecer lo ocurrido.

Fuentes de la Fiscalía consultadas señalaron a este diario que el contenido remitido no es delictivo, e incluso que podría llegar a tratarse de una broma de alguien del entorno si así se demostrara, pero que en cualquier caso la usurpación de identidad y la falsedad están contemplados como delitos en el Código Penal. Asimismo, destacaron el transfondo de "estas cosas", que pueden llegar a causar "daños" importantes y que por ello han de investigarse y regularse.

La aplicación de Whastapp no es infalible y entre sus fallos de seguridad se encuentra, precisamente, la posibilidad de copiar no solamente la imagen con la que se muestra un contacto sino también el número de teléfono, según destacan numerosos especialistas en tecnología. La suplantación de identidades ha sido especialmente comentada -e investigada- en redes sociales como Facebook o Twenti. Además de poder denunciar ante al misma red social, el uso de imágenes o de datos para suplantar identidades puede tener cabida en el ámbito jurídico penal y consecuencias para el autor que se hace pasar por otra persona.