La Guardia Civil de Almoradí ha detenido al gerente de la clínica veterinaria "Pet Care" de Benijófar como presunto autor del homicidio de su pareja, una mujer de 46 años y nacionalidad argentina, a la que supuestamente descuartizó y mandó incinerar a la empresa que habitualmente se encarga de la quema de los animales que les envían.

El arrestado se presentó, por propia voluntad y asesorado por sus hijos, en el Puesto Principal de la Guardia Civil de Almoradí el viernes por la mañana, y les contó cómo la pareja había pasado la noche del 27 al 28 de marzo trabajando en la clínica veterinaria que ambos regentaban. De madrugada, el hombre se levantó y halló, según su versión, el cuerpo sin vida de su esposa. Tras constatar que la mujer había ingerido medicamentos de forma masiva intentó reanimarla durante varias horas sin éxito. El hombre declaró, asimismo, que al confirmar el fallecimiento descuartizó los restos y los trasladó a su domicilio de Dolores, donde contactó con la empresa que suele incinerar los animales sacrificados de la clínica indicándole que procediera a recoger a un "perro de gran tamaño".

Otras fuentes apuntan a que el detenido habría guardado los restos descuartizados de la víctima durante dos días en el coche y él mismo los habría acercado el sábado a la incineradora de Dolores con la que solía trabajar. Dicha empresa habría recogido los supuestos restos y los habría incinerado sin comprobar el contenido dado que se trataba de un cliente habitual.

Al parecer, la mujer tenía en su historial clínico varios intentos de suicidio en los últimos años debidos a problemas de obesidad que le habían provocado constantes depresiones, según fuentes próximas al caso.

En este sentido, una de las líneas de investigación baraja que el hombre, también argentino y de 45 años, le practicó una operación de reducción de estómago en la propia clínica que le habría provocado la muerte durante la intervención. En esta hipótesis, el presunto homicida la habría descuartizado tras un intento fallido de reanimación.

Ante las preguntas de los dos hijos de la pareja, un varón de 19 años y una joven menor de edad, les explicó que su madre se había marchado de viaje. Sin embargo, ante la insistencia de los mismos, habría confesado los hechos y éstos le habrían indicado que acudiese a la Guardia Civil.

Pese a que el hombre mantiene en todo momento que se trató de un suicidio, los agentes de la Guardia Civil de Almoradí procedieron el viernes a detenerlo por la presunta implicación en el homicidio de su esposa. Al parecer, el hombre se entregó ante la Benemérita con parte de las cenizas de la víctima.

Desde entonces se vienen llevando a cabo labores técnicas perito-judiciales y la instrucción de las diligencias. El detenido está previsto que pase a disposición del juez de guardia de Torrevieja hoy, o en caso de agotarse el plazo de diligencias previas, mañana lunes.

Perplejidad ante los hechos

Los vecinos de Benijófar se encontraban ayer perplejos ante lo sucedido. Disponían de pocos datos, dado que la pareja no era muy conocida en el municipio porque "llevaban poco tiempo trabajando en la localidad", uno o dos años según los residentes consultados. Los únicos que tenían algunos datos eran los vecinos próximos del centro veterinario, situado en la Avenida de Federico García Lorca, la principal del municipio, que pudieron ver cómo se acercaban hasta el lugar agentes de la Policía Local y Nacional sobre las tres de la tarde del viernes, pero no sabían qué había sucedido exactamente.

La noticia no había trascendido ayer en esta pequeña localidad de la Vega Baja de 4.000 vecinos. El establecimiento se encuentra cerrado y en su puerta hay dos carteles. Uno de éstos en inglés y el otro en castellano señalan que el centro está cerrado "por circunstancias fortuitas".

Desde el Ayuntamiento de Benijófar se indicó ayer que no tenían constancia de lo sucedido. De hecho, los actos festivos previstos del Entierro del Boquerón se llevaron a cabo en el municipio con normalidad.