Una mujer que denunció malos tratos en Orihuela se negó ayer a declarar en el juicio contra su presunto agresor, que lleva cerca de un año en prisión preventiva por estos hechos hechos y se enfrenta a una condena de hasta once años. El juicio quedó ayer visto para sentencia en la Audiencia de Alicante donde la víctima renunció a cualquier indemnización y a seguir personada con acusación particular en este proceso. Pese a todo, la Fiscalía mantuvo ayer la acusación basándose en las lesiones que dejaron estas agresiones: una fractura de tobillo consecuencia de un empujón cuando la víctima trataba de escapar por la ventana, patadas en las costillas y haberle metido un dedo en el ojo. El acusado niega todos los hechos y sólo reconoce haber mantenido discusiones con su pareja.

Los hechos arrancan de un incidente registrado a mediados de junio del año pasado en el que, según el escrito de acusación de la Fiscalía, el procesado encerró a su pareja en la vivienda con llave, debido a que no le quería dar dinero para que cogiera el autobús. El acusado la habría empujado cuando trataba de descolgarse por la ventana del primer piso a un patio interior del inmueble. En la caída, la mujer se acabó fracturando el tobillo y cuando llegaron los agentes ésta les acabó relatando otras agresiones anteriores cometidas en los últimos tres meses. La primera de ellas se habría cometido el 2 de marzo de 2012, en que el agresor metió el dedo en el ojo izquierdo a su víctima. Dos meses más tarde, la mujer habría sufrido otra agresión en la que recibió una fuerte patada en las costillas y fue necesario inmovilizarle el brazo con un cabestrillo.

Durante el juicio de ayer, la víctima se negó a declarar contra su presunto agresor y renunció a ejercer la acusación particular. El acusado negó los hechos así como que hubiera encerrado a su pareja en la vivienda. Según explicó, la llave de la portería se había quedado cerrada con llave y no pudo abrir porque no las encontraba. Por ello, según su versión, la mujer habría tratado de salir descolgánd0se por la ventana, dado que se trata de un piso de poca altura.

El acusado se enfrenta a penas que suman cerca de once años de prisión por varios delitos, violencia de género, lesiones, detención ilegal y maltrato habitual. El fiscal considera que desde el inicio de la relación el acusado viene realizando reiteradas conductas de violencia psíquica y física sobre su compañera, consistentes en agresiones, humillaciones y amenazas de muerte que buscan someterla.