La Policía Nacional ha detenido en Alicante a una joven de 30 años acusada de amenazar de muerte, calumniar e injuriar a un equipo de rugby para vengarse por no haber podido mantener una relación sentimental con un jugador del equipo y haber sido rechazada en público por éste, según informaron fuentes cercanas al caso.

La joven se sintió muy dolida y comenzó presuntamente a proferir amenazas de muerte, injurias y calumnias a través de un foro de internet en el que se identificaba con el nombre de "Satanás". Dicho miembro del equipo no era el único objetivo de las calumnias y amenazas, sino que continuaron con el resto del club.

El Grupo de Delitos Tecnológicos de la Brigada Provincial de Policía Judicial inició las investigaciones hace varios meses tras las denuncias presentadas por el entrenador y dos jugadores de un conocido club de rugby de Alicante. Además del foro de internet, las amenazas e insultos aparecieron también en los aseos y paredes de las instalaciones deportivas donde entrenaban.

La ahora arrestada, que quedó en libertad tras prestar declaración en dependencias policiales, evitaba usar su ordenador personal para intentar no ser identificada. Sin embargo, los investigadores no tardaron mucho tiempo en centrar las sospechas sobre ella porque había estado frecuentando los locutorios próximos a su domicilio. Confiada en que no iba a ser identificada poniendo el nombre de "Satanás", la Policía Nacional la arrestó el pasado 16 de enero en su domicilio del barrio del Pla de Alicante.

Fuentes cercanas al caso indicaron que la detenida se enamoró del citado miembro del equipo y por ello se sintió dolida cuando públicamente le pidió que le dejara en paz. Las mismas fuentes no pudieron precisar cómo conoció la joven al denunciante.

Esquela

Entre el material incluido por la Policía en las diligencias enviadas a los juzgados figura incluso una esquela con el nombre del entrenador del equipo en cuestión. En otro panfleto intervenido se anunciaba que el equipo de rugby de Alicante organizaba "orgías gays" y ponía incluso un teléfono móvil de uno de los denunciantes.