­La respuesta de Santiago Segura a la medida del juzgado de embargar las devoluciones de Hacienda gasta que se cubran los 6.000 euros que la productora del actor adeuda a la empresa propietaria del D´Angelo Palace por usar sus instalaciones para rodar la película de Torrente. "Que un proxeneta buscando publicidad te denuncie por incumplimiento de contrato y una jueza le dé la razón es triste", afirma el actor en un tweet que publicó ayer.

Igual de descuidada que Torrente en su papel de policía corrupto parece que es la productora de Santiago Segura, o al menos es lo que aparenta. Casi seis meses después de ser condenada por un juzgado de Madrid a indemnizar al D´Angelo Palace con 6.000 euros por incumplir los acuerdos incluidos en el contrato para rodar en el conocido club de alterne de Alicante, la productora de la cuarta entrega de Torrente aún no ha pagado dicha cantidad a la empresa propietaria del local alicantino. Ante la falta de pago, y a instancias de la empresa responsable del club -Carnavali de Alicante-, el mismo juzgado que condenó a Amiguetes Enterprises S. A. ha comenzado a ejecutar el fallo y por el momento ha ordenado el embargo de cualquier devolución de Hacienda que reciba la sociedad de Santiago Segura hasta cubrir el importe que adeuda, según se recoge en un decreto judicial al que ha tenido acceso este diario.

El abogado del club D´Angelo ha solicitado igualmente el embargo de las cuentas bancarias para cubrir el pago de la indemnización de 6.000 euros, aunque el juzgado de Primera Instancia número 96 de Madrid aún no ha contestado y probablemente lo hará si antes no paga el dinero que debe.

El propietario del D´Angelo Palace, Mario Gamero, no entiende cómo no le ha pagado aún Santiago Segura los 6.000 euros. «Parece mentira que haya ganado tanto dinero con la película y no quiera pagar», manifestó a este diario el dueño del club.

La magistrada titular del juzgado de Primera Instancia número 96 de Madrid ordenó a mediados del pasado mes de noviembre la ejecución del fallo y a los 6.000 euros de la indemnización inicial, le añadió otros 228,94 en concepto de intereses vencidos y otros 1.863 euros que se fijan de forma provisional hasta que se resuelva el caso.

Para ejecutar la sentencia el secretario judicial acordó requerir a la productora Amiguetes Enterprises para que presentara en el juzgado una relación de «bienes y derechos» suficientes para cubrir la cuantía.

En la misma resolución ordenó averiguar las cuentas corrientes de las que sea titular la productora de Santiago Segura y acordó «el embargo de las devoluciones a las que tuviera derecho a percibir de la Agencia Tributaria la ejecutada Amiguetes Enterprises S. A. por las cantidades reclamadas».

Agencia Tributaria

Según la consulta telemática realizada por el juzgado en las bases de datos de la Agencia Tributaria, figuran once cuentas bancarias y depósitos a nombre de la productora de películas. Por ello, el abogado de Carnavali de Alicante presentó el pasado 4 de diciembre en el decanato de Madrid un escrito en el que solicita al juzgado que, de acuerdo al informe patrimonial, embargue las cuentas de la empresa demandada hasta cubrir el dinero acordado en la ejecución de sentencia.

La juez de Madrid que tramita el caso aún no ha contestado a esta petición, aunque lo lógico es que la acuerde si la productora de Torrente continúa sin pagar la indemnización fijada hace seis meses. El juzgado falló en favor de la empresa propietaria del club alicantino en concepto de daños y perjuicios por incumplir la productora de Torrente el contrato suscrito para el rodaje de la película. El dueño del establecimiento no acordó recibir dinero por la cesión del local pero sí pactó una serie de puntos con el fin de dar publicidad al D´Angelo durante la emisión de la película. Así, la juez se refiere en su fallo a varios incumplimientos concretos: Torrente no recomendó el D´Angelo a Rin Rin -interpretado por Francisco Rivera- ni se refirió en los diálogos al club alicantino como un lugar «impresionante de lujo asiático».

La productora de Santiago Segura también se comprometió a incluir planos exteriores que contemplaban la aparición de la fachada y la entrada al local con el nombre del club. Sin embargo, la sentencia indicó que «no sale un plano general de la fachada, solo la entrada del D´Angelo y un plano alejado que, si no se está atento, no se lee el nombre del establecimiento». La juez señaló en su fallo que «si bien en las estancias en las que se rodó la película (tres habitaciones y un pasillo) sale algún anagrama del local, con ello no puede entenderse cumplido el contrato pues no se consigue la finalidad última que era dar a conocer a terceros el establecimiento». El importe de 6.000 euros se calculó teniendo en cuenta los tres días de rodaje en el club y el alquiler mensual del inmueble, que asciende a 60.000 euros. El club cedió gratuitamente la sala de la piscina, un pasillo rojo y tres suites.