­La muerte por causas naturales de un militar de 50 años cuyo cadáver fue descubierto el domingo en su domicilio de Alicante ha destapado un arsenal de más de 150 armas que guardaba en su vivienda, según informaron a este diario fuentes cercanas al caso. La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer si el militar fallecido, del Ejército de Tierra, se dedicaba a coleccionar dichas armas o bien el destino era su venta a terceras personas.

El hallazgo del arsenal se produjo de forma fortuita el pasado domingo por la mañana. Una llamada telefónica movilizó a los equipos de emergencia porque no sabían nada del inquilino de una vivienda cercana al Hospital General de Alicante y temían que pudiera haberle ocurrido algo porque no respondía a las llamadas. El Parque de Bomberos fue requerido para abrir la puerta y una vez dentro la Policía Nacional descubrió el cadáver del dueño de la casa. No presentaba signos de violencia, por lo que inicialmente se barajó una muerte por causas naturales y la autopsia confirmó ayer las primeras sospechas y que llevaba unos dos días muerto.

Tras encontrarse con el cadáver se llevaron la sorpresa al descubrir que la vivienda parecía un auténtico museo de armas porque había muchas y de todos los tipos. La Policía alertó a sus especialistas del Tedax ante la presencia de explosivos y los técnicos comenzaron a revisar granadas, obuses, proyectiles e incluso pólvora y TNT. La inspección de la casa se hizo de forma minuciosa y adoptando medidas de seguridad para evitar cualquier accidente.

Al final se intervinieron más de 150 armas, entre ellas 50 granadas de mano, 60 armas cortas, 18 fusiles de asalto, seis kilogramos de pólvora, 150 gramos de TNT, un mortero, un proyectil cinético, ametralladoras y rifles, entre otros efectos.

Salvo la pólvora y el TNT, el armamento susceptible de contener explosivos estaba inerte o era de prácticas. Las armas cortas y largas serán igualmente examinadas para verificar su estado de funcionamiento e investigar su origen.

Aún en el caso de que la Policía Nacional confirme finalmente que el fallecido fue acaparando armas por coleccionismo, su almacenamiento en la vivienda convertía al inmueble en un peligro potencial de grandes dimensiones en el caso de que se hubiera declarado un incendio, según las mismas fuentes consultadas.

El dueño del arsenal intervenido es un militar que estuvo destinado en el Grupo de Operaciones Especiales de Rabasa entre 1992 y 1994, ha participado en misiones internacionales, una de ellas en Bosnia, y su último destino lo tenía en una base militar de la Comunidad de Madrid.

Esta no es la primera vez que la Policía Nacional de Alicante se incauta de un arsenal de estas características. En mayor de 2009 fue detenido un vigilante de seguridad que almacenaba en su domicilio del barrio de Los Ángeles otro centenar de armas de fuego, obuses, 20 kilos de pólvora y más munición de guerra.