El juicio en el que una magistrada sentó en el banquillo de los acusados a una letrada por una falta de respeto a la Autoridad al llamarle loca delante de una veintena de personas tendrá que volver a repetirse por celebrarse a puerta cerrada. Así lo ha ordenado en una sentencia fechada el 15 de octubre la Audiencia Provincial de Alicante, que entiende que los motivos que alegó tanto la magistrada denunciante como el fiscal para que la vista se realizara sin publicidad y, por tanto, sin permitir el acceso a la sala a los letrados que fueron a apoyar a su compañera, carecen de fundamento.

La titular de uno de los dos juzgados de Familia de Alicante presentó una denuncia contra la letrada por la vía penal acusándola de una falta de vejaciones por llamarla loca. La togada insultó a la magistrada a la salida de la sala ante numerosas personas. "Está loca, está loca, si está loca, que acuda a un psiquiatra", dijo, según la denuncia. Sin embargo, el tema de fondo es el que generó esos comentarios presuntamente dichos por la togada. En un juicio civil, la denunciada no vio con buenos ojos que la enjuiciadora le diera dos minutos para sus conclusiones, alegando que esa práctica no puede llevarla a cabo y menos "cuando ésta repercute en el derecho de defensa de sus clientes". Así, la letrada siguió hablando en la sala pese a que la la juez ya había zanjado su turno, reloj en mano, al pasar los dos minutos. Finalmente, al no callarse la letrada, la juez la expulsó de la sala. A la salida de la vista, la letrada la llamó loca ante funcionarios, letrados y ciudadanos que se encontraban en los pasillos. Esto motivó un juicio de faltas que se celebró el 12 de abril de este año por falta de respeto a la juez -que acudió a la sala como denunciante con toga incluida- y que acabó con una sentencia condenatoria para la abogada, a la que le impusieron 240 euros de multa. En la memoria de los letrados presentes está ese momento en que la abogada abandonó la sala entre lágrimas tras el juicio y recibió un aplauso de los compañeros de profesión que fueron a apoyarla. Ahora, el juicio, deberá repetirse, y de nuevo jueces y abogados bailarán entre la brecha abierta por este episodio.

La denunciante argumentó en el escrito de impugnación del recurso presentado por la letrada contra la sentencia que la condenó que "la cantidad de personas, abogados y miembros de la Junta del Colegio de Abogados que se acumulaban a la puerta podían haber provocado cualquier tipo de incidente". Esta apelación al orden público para pedir que la vista se hiciera sin permitir gente en la sala ha sido rechazada por la Audiencia, que destaca que el hecho de que hubiera muchas personas fuera esperando "no es motivo para impedir totalmente su acceso". La Audiencia ha tenido en cuenta así uno de los motivos principales de la defensa de la letrada denunciada, ejercida por el abogado Juan Miguel Gualda, que planteó ante el organismo provincial que la forma en la que se llevó a cabo la vista había quebrantado las garantías procesales. La magistrada denunciante pidió que la vista fuera a puerta cerrada por la calidad de juez de la denunciante y de letrada de la denunciada, justo lo contrario de lo que la defensa ha recalcado ante la Audiencia: que la condición de ambas justificaba la conveniencia de un juicio público, precisamente, por ser de interés no solamente para las partes, sino para todo el colectivo de letrados.

Es también llamativa la argumentación de la Audiencia para rechazar el planteamiento que presentó el fiscal para aceptar que el juicio fuera a puerta cerrada. Éste dijo que cuando se llamó a las partes "irrumpió de forma indiscriminada en la sala muchas personas", lo que podía derivar en una cuestión de orden público, además de afectar a la intimidad de la denunciante". La Audiencia indica en el fallo que, tras visionar el vídeo del juicio, no observa esa irrupción de gente.

El CGPJ recrimina que la togada restringe los tiempos en la sala, pero no la expedienta

La práctica de la juez de Familia de medir los tiempos ha levantado ampollas entre el colectivo de letrados. El Colegio de Abogados presentó un escrito de queja ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) contra esta práctica de la magistrada, así como su actitud concreta en el juicio que dio origen a que una abogada se sentara en el banquillo por insultos a la juez. El Consejo ha resuelto no expedientar a la togada, si bien señala que su proceder "debe considerarse como incorrecto en el sentido que tasa, inmotivadamente, y con carácter previo, la duración de la intervención de los letrados". También destaca el CGPJ que una vez "fijada de antemano la duración, tampoco resulta correcto aplicarla de forma inflexible, como se hizo en este caso". "Más admitiendo que hubo una actuación irregular, que incluso podría ser infracción procesal, no cabe una infracción disciplinaria", añade. El decano del Colegio de Abogados de Alicante, Fernando Candela, indicó ayer respecto al fallo de la Audiencia obligando a repetir el juicio contra la letrada que el Colegio "acata respetuosamente la sentencia" y que ya se mostró en contra de que la juez limite la intervención a los letrados.S.ll.