Habían discutido en reiteradas ocasiones, los vecinos oyeron incluso golpes en alguna ocasión y aunque ya no vivían bajo el mismo techo se veían con frecuencia, incluso cuando estuvo en vigor una orden de alejamiento. El triste final para Ioana Elisabeta Toflea, una joven rumana de 28 años y con dos hijos de 5 y 7 años, le llegó ayer de manos de su compañero sentimental, que el pasado mes de mayo fue absuelto de malos tratos a ella y por tanto quedó sin efecto una orden judicial de alejamiento tanto de Ioana como de sus hijos. Lucian Manuel Cosman, de 35 años, mató presuntamente a Ioana asestándole seis o siete puñaladas y a continuación se entregó sobre la una del mediodía en la Comisaría de Distrito Centro de Alicante, donde confesó el crimen. Las manos de Ioana también tenían heridas sufridas en un último intento por salvar su vida. Con la muerte de esta joven se elevan ya a 19 las mujeres fallecidas este año en España víctimas de la violencia machista.

El parricidio fue cometido en un inmueble situado en el número 6 de la calle Catedrático Daniel Jiménez Cisneros de Alicante, en el barrio de Carolinas. La pareja llevaba aproximadamente cinco años viviendo en dicho domicilio y de los vecinos del barrio solo salían palabras de elogio sobre Ioana. Según los vecinos, la pareja se estaba separando y las disputas eran frecuentes, hasta el punto de que el pasado 7 de mayo la joven denunció a su pareja por malos tratos y amenazas y tras ser detenido ese mismo día un juzgado dictó el 8 de mayo una orden de alejamiento de ella que le impedía también ver a sus hijos.

Según explicaron anoche fuentes del TSJ, "Violencia 1 tomó declaración a ambos, abrió un procedimiento de diligencias urgentes, acordó orden de protección con alejamiento de él respecto de ella de 500 metros y prohibición de comunicación. Además, acordó medidas civiles. La causa pasó al Juzgado de Lo Penal número 1 de Alicante, que señaló juicio rápido para el 22 de mayo. Un día antes, la víctima acudió al juzgado para renunciar a cualquier acción penal por los hechos denunciados, para retirar la denuncia. El juicio se mantuvo para el día siguiente. Ambos se negaron a declarar y no existía parte de lesiones ni había testigos. Ante la imposibilidad por parte del fiscal de mantener la acusación, se dictó sentencia absolutoria".

Los vecinos oyeron ayer los gritos de Ioana antes de ser asesinada y tras cometer el crimen el presunto homicida acudió a la Policía, donde con toda naturalidad y tranquilidad confesó que acababa de matar a su mujer al agente del servicio de seguridad de la Comisaría Centro. La Policía le trasladó hasta el domicilio para comprobar si era cierto lo que decía y una vez dentro los agentes encontraron en mitad del pasillo el cadáver ensangrentado de Ioana, que presentaba media docena de puñaladas y aún tenía clavado el cuchillo en el pecho.

Una ambulancia del SAMU se personó en la vivienda pero el equipo médico no pudo hacer nada por reanimar a la joven. Mientras esto ocurría en la casa, otros agentes se encargaron de hacerse cargo del hijo de 5 años y de la hija de 7, que estaban en el colegio.

Antes de que el juez de guardia, Manrique Tejada, ordenara el levantamiento del cadáver, salieron del inmueble una amiga y una hermana de Ioana, que estaba abatida por lo sucedido y apenas se podía sostener en pie, por lo que tuvo que ser ayudada por unos policías. La hermana había venido precisamente "de vacaciones para protegerla porque se habían peleado muchas veces", señaló una conocida de la víctima.

En la escena del crimen se congregaron agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Judicial, de la Policía Científica, del Servicio de Atención a la Familia, de la Comisaría Centro y de la Brigada de Seguridad Ciudadana.

La Policía acordonó la zona para facilitar su trabajo, que fue seguido por numerosos vecinos, los cuales se lamentaban al ver la retirada del cuerpo de Ioana por los empleados del tanatorio La Siempreviva, donde hoy se llevará a cabo la autopsia.

La ministra de Igualdad y el PSOE condenan la muerte

La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, condenó ayer este asesinato por violencia de género y recordó que con esta muerte son ya 19 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año, de las que 18 no habían presentado denuncias previas por maltrato. Ante esta circunstancia, Ana Mato ha insistido en la necesidad de concienciar a toda la sociedad de la necesidad de denunciar a los agresores. "No sólo por parte de las víctimas, sino también de su entorno y de toda la sociedad, puesto que el silencio siempre es cómplice" de la violencia de género. Por otro lado, la secretaria de Igualdad del PSOE, Purificación Causapié, también condenó la muerte y pidió "no bajar la guardia" y "aplicar la ley integral contra la violencia de género". Causapié, que "lamentó" que se sigan produciendo crímenes "machistas", reafirmó su compromiso de trabajar para "acabar con esta lacra social".