El detenido había grabado con su teléfono móvil las relaciones sexuales mantenidas con una menor y las colgó en Internet como venganza cuando la niña rompió el vínculo. Tras publicar los vídeos el joven añadió un enlace en una red social a la que accedían con frecuencia los amigos de la menor. Los agentes averiguaron que el detenido había utilizado un "cibercentro" cercano a su domicilio para conectarse a Internet y subir las imágenes.